Japón y el Mercosur sellaron un marco estratégico para ampliar el comercio y reducir barreras en un contexto global más proteccionista

Japón y los países del Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— acordaron este domingo en Brasil la creación de un Marco de Asociación Estratégica con el objetivo de profundizar los vínculos económicos, reducir impuestos al comercio y eliminar obstáculos regulatorios que limitan el intercambio de bienes y servicios. El entendimiento se alcanzó durante la cumbre semestral del bloque realizada en Foz do Iguazú y resulta relevante porque marca un nuevo paso en la estrategia del Mercosur para diversificar mercados y fortalecer una economía de mercado abierta, según informó Infobae.

El acuerdo quedó plasmado en un comunicado conjunto, en el que ambas partes expresaron su voluntad de “avanzar en las conversaciones” hacia una cooperación más estrecha, apoyada en las “relaciones amistosas” existentes y en un “compromiso mutuo con una economía de mercado abierta”. El documento subraya que existe un amplio potencial para profundizar y diversificar los lazos económicos, en un escenario internacional atravesado por mayores tensiones comerciales y un avance del proteccionismo.

De acuerdo con lo anunciado, la agenda de trabajo entre Japón y el Mercosur incluirá áreas consideradas estratégicas, como comercio, inversiones, resiliencia de las cadenas de suministro, transición energética, innovación y cooperación tecnológica. El objetivo es generar condiciones que faciliten el flujo de intercambios y promuevan una mayor previsibilidad para las empresas de ambas regiones.

El entendimiento con Japón se inscribe en una estrategia más amplia del Mercosur para ampliar su red de acuerdos internacionales, en momentos en que el bloque enfrenta demoras y obstáculos en negociaciones clave, como el tratado pendiente con la Unión Europea. En ese contexto, las autoridades sudamericanas buscan reducir aranceles, eliminar barreras no tarifarias y modernizar marcos regulatorios para mejorar su inserción en el comercio global.

Durante el mismo encuentro en Foz do Iguazú, el Mercosur también dio inicio formal a negociaciones para un acuerdo de preferencias arancelarias con Vietnam, orientado a rebajar impuestos, eliminar barreras y facilitar el comercio transfronterizo. La iniciativa forma parte del giro del bloque hacia Asia y otros mercados emergentes, con el fin de diversificar destinos de exportación y reducir la dependencia de socios tradicionales.

La presidencia pro témpore del Mercosur, que a partir del primer semestre de 2026 quedará en manos de Paraguay, anunció además como prioridad acelerar el cierre de acuerdos que ya se encuentran en etapas avanzadas. Entre ellos figuran las negociaciones con Emiratos Árabes Unidos y Canadá, además de la continuidad del diálogo con países como Japón, Reino Unido, Indonesia y Malasia. También se prevé impulsar la ampliación del acuerdo de preferencias arancelarias vigente con India.

El acercamiento con Japón fue presentado por las autoridades del bloque como una señal política y económica relevante. Japón es una de las principales economías del mundo y un actor clave en sectores como industria, tecnología, energía e innovación, áreas en las que el Mercosur busca atraer inversiones y mejorar su competitividad.

En paralelo al anuncio del marco estratégico con Japón, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, volvió a referirse a las dificultades para cerrar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Durante la cumbre, Lula aseguró que el bloque sudamericano continuará avanzando en nuevos acuerdos comerciales mientras persista la falta de “voluntad política” en Europa para concluir un tratado que lleva 26 años de negociaciones.

“Los líderes europeos nos pidieron más tiempo para discutir medidas adicionales. Ayer dijeron que su expectativa era firmar el acuerdo a mediados de enero. Sin voluntad política no será posible concluir unas negociaciones que se arrastran hace 26 años”, afirmó Lula, en declaraciones citadas por Infobae. El mandatario recordó que la cumbre en Foz do Iguazú se organizó originalmente a pedido de las autoridades europeas, que preveían cerrar el acuerdo en esa fecha.

Sin embargo, explicó que, además de la histórica reticencia de Francia, en los últimos días surgió un nuevo obstáculo vinculado a la posición de Italia. Según detalló, la primera ministra Giorgia Meloni enfrenta presiones internas de los agricultores de su país, lo que le impide, por el momento, respaldar la firma del acuerdo con el Mercosur.

Lula sostuvo que Meloni le transmitió personalmente esa dificultad, aunque expresó su expectativa de que la situación pueda resolverse en el corto plazo. En ese sentido, consideró que si Italia finalmente apoya el acuerdo, Francia quedaría aislada y no podría frenar en solitario la firma del tratado. “Espero que el acuerdo sea firmado lo antes posible en Paraguay. Vamos a hacer fuerza para que eso ocurra para el bien de nuestra asociación y para el bien del multilateralismo”, señaló el presidente brasileño.

El jefe de Estado también remarcó que el Mercosur ya mostró flexibilidad en la negociación con la Unión Europea, al aceptar cuotas y mecanismos de salvaguarda para productos agropecuarios sensibles. No obstante, advirtió que el bloque se reserva el derecho de responder con reciprocidad si considera que las condiciones afectan de manera desproporcionada a sus economías.

En este escenario, Lula enfatizó que el Mercosur no permanecerá inmóvil frente al aumento del proteccionismo global. “Cuando las puertas se cierran en unos lugares, se abren en otros. El mundo busca al Mercosur. Vamos a buscar asociaciones que serán clave para la resiliencia de nuestras economías”, afirmó durante la cumbre.

El mandatario brasileño mencionó como prioritarios los avances con Emiratos Árabes Unidos y Canadá, en línea con lo planteado por Paraguay, así como el fortalecimiento de los vínculos con India y la apertura de preferencias arancelarias con Vietnam. En ese marco, el acuerdo estratégico con Japón aparece como una de las piezas centrales de esta política de diversificación.

Según Lula, varios países manifestaron interés en profundizar acuerdos con el Mercosur, y expresó su expectativa de que en los próximos seis meses se concreten múltiples pactos internacionales. “El mundo está ávido por acuerdos con el Mercosur. Espero que tengamos seis meses de buenos acuerdos internacionales”, afirmó, antes de traspasar formalmente la presidencia pro témpore del bloque a Paraguay.

El Marco de Asociación Estratégica con Japón no implica de manera inmediata un tratado de libre comercio, pero establece una hoja de ruta para avanzar en esa dirección. Para el Mercosur, representa una señal de apertura y una apuesta por integrarse a las principales cadenas globales de valor, mientras que para Japón supone una oportunidad de fortalecer su presencia económica en Sudamérica en sectores clave como alimentos, energía, minerales e infraestructura.

En un contexto de incertidumbre global, tensiones geopolíticas y reconfiguración del comercio internacional, el acuerdo refuerza el posicionamiento del Mercosur como un bloque dispuesto a ampliar sus alianzas y a defender el multilateralismo. El acercamiento con Japón se suma así a una agenda de negociaciones más amplia, con la que el bloque busca ganar margen de maniobra y resiliencia frente a un escenario internacional cada vez más complejo.