Por Agroempresario.com
Argentina se encuentra en plena transformación hacia un modelo energético más sostenible y renovable, en línea con las exigencias de la Agenda 2030 de la ONU. La energía eólica, que aprovecha la fuerza del viento para generar electricidad, juega un papel crucial en esta transición. En este contexto, el país ha visto un crecimiento constante en su capacidad instalada de energía eólica, con 70 parques en operación y una participación cada vez mayor de la energía renovable en la matriz energética nacional.
En este artículo, exploramos la hoja de ruta de la "revolución eólica" en Argentina, los avances en la construcción de nuevos parques, los principales actores del sector, y los desafíos que se presentan en este camino hacia un futuro más verde.
Según un informe de BBVA, Argentina cuenta con un enorme potencial para aprovechar la energía eólica, dado que el 70% de su territorio posee vientos cuya velocidad media supera los 6 m/s. Esta ventaja natural ha convertido al país en uno de los líderes regionales en generación de energía renovable, especialmente en la energía eólica. Los factores de capacidad en Argentina se encuentran entre los más altos del mundo, lo que la coloca como un referente en el sector.
La energía eólica no es un fenómeno reciente en el país; Argentina fue uno de los primeros países en utilizar la energía cinética del viento para bombear agua a través de molinos eólicos en el siglo XIX. Hoy, los parques eólicos generan miles de megavatios de electricidad, contribuyendo cada vez más al abastecimiento energético nacional.
A lo largo de los últimos años, Argentina ha experimentado un boom en la construcción de parques eólicos, con 70 parques operativos distribuidos en 10 provincias del país. Según datos oficiales, la capacidad instalada de energía eólica superó los 4.343 MW a finales de 2024, lo que representa casi el 20% de la capacidad instalada de energía renovable en el país. Este avance ha sido clave para la estabilidad y diversificación de la matriz energética, especialmente ante los vaivenes de la producción hidroeléctrica.
En septiembre de 2024, la energía eólica contribuyó con 1.128 GWh al total nacional de generación renovable. Según el informe de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA), la energía eólica representó el 70% del total de la generación renovable de fuentes no convencionales.
El crecimiento del sector eólico no se detiene. En mayo de 2024, los parques eólicos de Argentina alcanzaron una producción mensual récord de 1.592 GWh. Este aumento se debe principalmente a la ampliación de la capacidad instalada en provincias como Buenos Aires, Córdoba y La Rioja. Además, se destacan proyectos como el parque de YPF Luz en General Lavalle, que aportó 155 MW con una inversión de 260 millones de dólares.
Sin embargo, la empresa que lidera el sector sigue siendo Genneia, que en mayo puso en marcha su octavo parque eólico, La Elbita, con una capacidad de 162 MW y una inversión de 240 millones de dólares. Genneia opera actualmente 11 parques renovables en Argentina, con una capacidad instalada de más de 1.000 MW.
Otras empresas de relevancia en el sector incluyen a Pampa Energía, que opera seis parques eólicos y tiene en carpeta proyectos de expansión que suman casi 200 MW, y YPF Luz, que también ha ampliado su participación en la generación eólica en el país.
El futuro de la energía eólica en Argentina parece prometedor. Según proyecciones de la Secretaría de Energía, para 2030 la energía renovable podría representar el 21% de la generación eléctrica nacional, con la energía eólica aportando el 68% de esa proporción. Esto implicaría una capacidad total de 22.905,12 GWh de energía eólica, frente a los 9.352,68 GWh generados en 2020.
Las provincias de Buenos Aires y Chubut se consolidan como las principales productoras de energía eólica, gracias a sus excelentes condiciones de viento. Estos recursos naturales, combinados con el compromiso del gobierno nacional y de las empresas del sector, permitirán que Argentina avance hacia una mayor autosuficiencia energética y reduzca su dependencia de los combustibles fósiles.
A pesar del notable progreso, la "revolución eólica" enfrenta desafíos que podrían frenar su desarrollo. Uno de los principales obstáculos es la infraestructura de transmisión eléctrica. Para que la energía eólica pueda integrarse completamente a la red eléctrica nacional, es necesario fortalecer y modernizar la infraestructura de transmisión, especialmente en las regiones con mayor potencial eólico. Actualmente, la falta de una red de transmisión adecuada limita la capacidad de los parques eólicos para distribuir su energía de manera eficiente.
Otro reto es la falta de políticas públicas claras y consistentes. Para que el sector continúe creciendo, es fundamental que el gobierno argentino implemente marcos regulatorios estables que fomenten la inversión en energía renovable. La falta de seguridad jurídica en los proyectos puede disuadir a los inversores privados, por lo que se requiere una estrategia a largo plazo para garantizar el éxito de la industria eólica.
A nivel global, la transición hacia energías más limpias es una de las grandes prioridades. En este contexto, Argentina se ha alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, especialmente con el ODS 7, que busca garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna. La energía eólica, con su bajo impacto ambiental y su capacidad para generar electricidad de manera limpia, desempeña un papel clave en esta transición.
Como señala el informe de BBVA, la energía eólica tiene muchas ventajas: es una fuente de energía limpia que contribuye a la reducción de las emisiones de CO2, y su capacidad de generar electricidad con un impacto ambiental mínimo la convierte en una de las mejores alternativas para combatir el cambio climático. Además, la energía eólica permite la conexión de generadores a la red eléctrica, lo que facilita su integración con otras fuentes de energía convencionales.
A medida que la energía eólica sigue creciendo en Argentina, también lo hacen los proyectos de ampliación y nuevos parques en diversas provincias. Entre los proyectos destacados se encuentran la ampliación del parque eólico Arauco III en La Rioja, que aportará 250 MW a la red, y el parque La Rinconada de Tenaris, con 94,5 MW de capacidad.
Según la Cámara Eólica Argentina (CEA), la energía eólica evitó la emisión de más de 10 millones de toneladas de CO₂ en 2024, lo que resalta la importancia de este sector para el desarrollo sostenible del país. Con el apoyo de las autoridades y las empresas, la energía eólica seguirá siendo un pilar fundamental en el futuro energético de Argentina.
La Patagonia y la Región Pampeana se perfilan como las principales zonas productoras de energía eólica en Argentina. Provincias como Chubut, Santa Cruz, Buenos Aires y Río Negro cuentan con vientos de alta calidad, con factores de capacidad que superan el 50% en varias zonas. Estos recursos naturales convierten a estas regiones en áreas estratégicas para el desarrollo de la energía eólica, lo que les permite competir con los principales productores de energía renovable a nivel mundial.