Por Agroempresario.com
En un contexto de sobreoferta azucarera que deprime los precios para los pequeños productores, Tucumán decidió dar un paso estratégico y adelantarse a la Nación: implementará un corte del 15% de bioetanol en las naftas dentro de su territorio. La iniciativa, impulsada por el gobernador Osvaldo Jaldo y canalizada a través del Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán (IPAAT), busca transformar el excedente de caña de azúcar en alcohol y así equilibrar el mercado interno del endulzante.
Eduardo Castro, secretario de Producción de Tucumán y presidente del IPAAT, explicó en diálogo con Bichos de Campo que la medida tiene un objetivo claro: proteger a los pequeños cañeros, mayoritarios en la provincia, del deterioro de precios causado por una cosecha récord. “De eso se trata, de hacer más etanol de caña y sacar un poco de azúcar del mercado, para poder tonificar un poco más el precio”, remarcó Castro.
Actualmente, la Nación exige un corte del 12% de bioetanol en las naftas, repartido entre un 6% de caña y otro 6% de maíz. Tucumán, por su parte, ya produce más de 600 millones de litros de alcohol anualmente, y con el nuevo corte local al 15% podría destinar hasta el 20% de su producción azucarera a la generación de bioetanol.
La normativa provincial indica que el nuevo corte se aplicará inicialmente a la flota de vehículos oficiales, y luego se extenderá a los particulares que quieran adherirse. “La ley dice específicamente que primero se va a hacer en toda la flota provincial, y después lo trasladaremos a cada uno de los particulares que quieran cargar”, detalló el funcionario.
Pero el objetivo de fondo es lograr que esta política se adopte a nivel nacional. “Para eso hay una ley que está dando vueltas y que esperemos que se trate en la Cámara de Diputados, y después pase al Senado”, sostuvo Castro. El respaldo de otras provincias productoras de caña, como Salta y Jujuy, podría ser clave para avanzar con este proyecto en el Congreso.
Según Castro, la zafra viene “muy bien”, con condiciones climáticas favorables y una alta producción que ya compromete al mercado interno. “Toda la azúcar que se está produciendo, hay muchos productores que la vuelcan al mercado. Por eso estamos tratando de colocar más exportaciones”, señaló. Actualmente hay unas 560.000 toneladas ya comprometidas para exportación, con 250.000 toneladas ya embarcadas.
No obstante, el volumen adicional disponible hace necesario fortalecer otros canales de comercialización, como la producción de alcohol. “Con la producción de alcohol se va a tonificar mucho más el precio”, agregó Castro.
El Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán se ha convertido en una herramienta clave para enfrentar la coyuntura. “El IPAAT está trabajando sobre eso, se ha fortalecido mucho su actividad”, aseguró Castro, quien también destacó el trabajo técnico que se realiza para garantizar la viabilidad del corte al 15% y el acompañamiento al productor.
En definitiva, la política de Tucumán no solo intenta evitar una crisis de precios, sino también posicionarse como líder en el uso estratégico de biocombustibles. En tiempos donde se discute el futuro energético del país y el rol de las economías regionales, la caña de azúcar podría ser mucho más que un producto tradicional: podría ser una solución concreta para la sostenibilidad social, económica y ambiental del NOA.