Por Agroempresario.com
La provincia de Catamarca cerró con éxito la 54º edición de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, consolidándose como el evento turístico y cultural más importante del norte argentino. Durante los 10 días del festival, que tuvo lugar del 18 al 27 de julio, el impacto en el turismo fue notable, tanto en número de visitantes como en ocupación hotelera, dejando un balance positivo para el sector.
Según datos oficiales de la Dirección de Calidad Turística de la Secretaría de Gestión Turística, la ocupación hotelera provincial alcanzó un 75%, mientras que en la ciudad Capital, epicentro de la fiesta, trepó al 80%. Unos 28.000 turistas visitaron Catamarca, con una estadía promedio de cuatro noches, muchos de ellos eligiendo extender su recorrido hacia otros destinos dentro de la provincia.
La secretaria de Gestión Turística, Evangelina Quarín, destacó: “Somos unos privilegiados de contar con este producto turístico tan importante como lo es la Fiesta del Poncho, que ha sido atractivo para que miles y miles de turistas nos visiten, y haber alcanzado este nivel de ocupación hotelera en un contexto tan complicado como el que estamos viviendo”.
En total, el Predio Ferial Catamarca, sede del evento, recibió a más de 1.400.000 visitantes, entre turistas y locales, quienes disfrutaron de una propuesta diversa de artesanías, gastronomía y espectáculos artísticos. Este número marca un récord de participación y evidencia el potencial de la Fiesta del Poncho como motor económico para toda la región.
Durante el evento, se relevaron datos del perfil del visitante a través de encuestas realizadas por estudiantes del IES Chavarría y el Instituto Superior Fasta Catamarca. Se detectó un alto porcentaje de turistas nacionales provenientes de provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Tucumán y La Rioja, así como internacionales, destacándose visitantes de Brasil, México, Colombia y Bolivia.
Algunos eligieron comenzar su recorrido por la Capital para vivir la experiencia de la Fiesta del Poncho y luego continuar hacia destinos como Antofagasta de la Sierra, que tuvo un 85% de ocupación; Belén con el 94%; Fiambalá alcanzando un 99%; Fray Mamerto Esquiú (FME) con 80% y Tinogasta con el 75%.
Las historias personales también formaron parte del éxito. Ariel, oriundo de Lanús (Buenos Aires), llegó con su familia y destacó: “Siempre nos gusta venir en esta fecha, el festival es inolvidable para nosotros que venimos desde lejos”. Resaltó la amabilidad de la gente y la excelente organización.
Zaira, de Tucumán, visitó por primera vez la Fiesta tras escuchar recomendaciones de amigos. “Tenía muchas expectativas porque me hablaron maravillas de la fiesta y superó ampliamente lo que imaginaba”, dijo luego de recorrer los pabellones de artesanías.
Desde La Rioja, un grupo de familiares comentó: “Nos encanta venir al Poncho, siempre hay algo nuevo para descubrir. Disfrutamos de los espectáculos, de la comida regional y de las artesanías. Es una fiesta completa que nos hace sentir como en casa”.
Sabrina, de Misiones, llegó junto a un grupo de amigas y expresó su fascinación por la parte cultural del evento y la belleza de lugares como Campo de Piedra Pómez y la zona de los Seismiles, que visitaron luego de la Fiesta.
Dario, desde Córdoba Capital, relató: “Es la primera vez que visitamos Catamarca y la Fiesta del Poncho. Viajamos en motorhome con un grupo de amigos, la verdad que el predio está impresionante y la feria es hermosa. Disfrutamos de la parte gastronómica en el sector de ranchos y sobre todo los escenarios. Recomendamos la visita al Festival del Poncho”.
En un contexto económico nacional complejo, la Fiesta del Poncho se posicionó como un factor clave para dinamizar la economía local. Comercios, emprendimientos turísticos, artesanos y gastronómicos de toda la provincia se vieron beneficiados por el flujo constante de visitantes, demostrando que el turismo cultural puede ser una herramienta de desarrollo sustentable.
Además, la articulación público-privada fue fundamental para garantizar la calidad del servicio turístico. La colaboración con instituciones educativas y el acompañamiento de organismos provinciales permitieron generar información valiosa para seguir potenciando el evento en futuras ediciones.
La edición 2025 ya empieza a generar expectativas, y Catamarca se reafirma como un destino invernal por excelencia, con identidad propia, hospitalidad y un patrimonio cultural que enamora a quienes lo visitan.