Por Agroempresario.com
Cuando el objetivo es escapar del bullicio sin irse muy lejos, Mar Azul surge como una alternativa encantadora y pacífica frente a los clásicos destinos de la Costa Atlántica. A tan solo 4 horas de Buenos Aires, este balneario ubicado en el partido de Villa Gesell combina playas amplias, bosques de pinos y médanos vírgenes, ofreciendo un entorno ideal para el descanso, sobre todo en temporada baja.
Lejos de las multitudes de Cariló, Pinamar o Mar del Plata, Mar Azul se convierte en un refugio natural perfecto para el fin de semana largo de agosto, que este año tendrá un puente turístico del 15 al 17, gracias al feriado en homenaje al General José de San Martín. Durante esos días, el mar, el silencio y el aire puro se transforman en aliados del descanso profundo.
Aunque el invierno no sea tradicionalmente temporada de playa, Mar Azul no pierde encanto. Por el contrario, su tranquilidad se potencia y las actividades se disfrutan con otra mirada. Las caminatas por la costa, el bosque o los senderos internos entre pinos invitan a desconectar del ritmo acelerado urbano. Muchos visitantes aprovechan para alquilar cabañas con hogares a leña, lo que suma calidez al entorno natural.
El paseo a caballo, el ciclismo por los senderos, y las tardes en las cercanas Mar de las Pampas o Las Gaviotas complementan la propuesta. Mar Azul también está muy cerca del Faro Querandí, una reserva natural que conserva paisajes agrestes y dunas extensas, perfectas para explorar sin prisa.
El desarrollo turístico en Mar Azul es bajo impacto. Sus calles de arena, sus casas bajas entre los árboles y la escasa cartelería comercial conservan la esencia del lugar: naturaleza y serenidad. Hay alojamientos tipo cabañas, hosterías y casas de alquiler con todas las comodidades, muchas de ellas pensadas para disfrutar incluso en invierno. Además, hay cafés, panaderías artesanales y restaurantes de cocina casera que funcionan todo el año.
Desde Buenos Aires, se puede llegar en auto tomando la Ruta 2 hasta el km 400, luego desviando hacia la Ruta Provincial 11 en dirección a Villa Gesell, y desde allí conducir 30 km más hasta Mar Azul. El trayecto completo dura unas cuatro horas. También hay micros desde Retiro o Liniers hasta Gesell, desde donde se accede a Mar Azul en taxi o colectivo local.
Con sus médanos, sus caminos entre pinos y su mar siempre presente, Mar Azul se convierte en un destino perfecto para quienes buscan vacaciones cortas, sin estrés ni aglomeraciones. Es también una opción muy elegida por parejas, familias pequeñas o grupos de amigos que prefieren ambientes tranquilos y contacto directo con la naturaleza.
En este fin de semana largo de agosto, Mar Azul invita a recargar energías lejos de la rutina, en un escenario que combina belleza costera, descanso y vida simple. Y lo mejor: sin tener que irse muy lejos ni esperar el verano.