Por Agroempresario.com
La cotización de la soja volvió a mostrar señales de recuperación en el mercado argentino. Este lunes, el valor de la tonelada alcanzó los $395.000 en el segmento disponible del polo agroexportador de Rosario, lo que significó una suba de $5000 (1,28%) en comparación con la jornada previa. Esta mejora se da en consonancia con una rueda positiva en el mercado internacional de Chicago, donde también se observó un repunte del valor de la oleaginosa.
Según explicó Eugenio Irazuegui, responsable de Research de la corredora Zeni, el arranque de semana estuvo marcado por un mayor interés por parte de las fábricas tradicionales, lo que se tradujo en una mejora paulatina de las propuestas de compra. “Se ofrecían abiertamente los $395.000 por mercadería disponible y entrega contractual”, puntualizó el especialista.
Este comportamiento refleja una reactivación de la demanda industrial en el mercado interno, potenciada también por las expectativas positivas derivadas de un contexto internacional más favorable. En tanto, en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba-Rofex), los contratos con entrega a noviembre de 2025 mostraron un leve ascenso, alcanzando los U$S300 por tonelada.
En el mercado de Chicago, la soja registró una suba de U$S2,48, cotizando a U$S356,05 por tonelada en el contrato con entrega a agosto. Irazuegui analizó: “Fue un arranque de semana positivo para los valores de la soja. Luego de negociarse en mínimos de casi un año, el mercado marcó un rebote promedio de U$S2 por tonelada”.
Un factor clave detrás de este rebote fue el registro preliminar de comercio exterior de India, que mostró un fuerte aumento en las importaciones de aceite de soja. Durante julio, ese país adquirió unas 495.000 toneladas, un 38% más que el mes anterior y el volumen mensual más alto en los últimos tres años. Aunque se redujo la compra de otros aceites vegetales, como palma y girasol, el total importado por India creció un 1,5%, hasta 1,53 millones de toneladas.
India suele abastecerse de subproductos de soja provenientes del bloque sudamericano y de aceite de palma de Indonesia y Malasia, lo cual sostiene la demanda externa de los países productores del Cono Sur.
En el plano cambiario, el Banco Nación marcó una baja de $4 en la punta compradora del dólar, que cerró a $1351. Esta cotización se utiliza como referencia para la liquidación de divisas de exportación, por lo cual su evolución incide directamente en los ingresos del sector agroexportador.
El mercado de cereales tuvo un lunes con tendencias mixtas. En Chicago, el maíz cayó U$S0,98 y cerró a U$S152,36 por tonelada en los contratos a septiembre. Según Irazuegui, “el maíz adoptó una conducta bajista durante la jornada y llegó a perder hasta U$S1,50 por tonelada en algunas posiciones”.
Esta baja se explica en parte por el avance de la cosecha en Brasil, que se aceleró en las últimas semanas debido a una reducción en las lluvias en el centro-sur del país. Datos de la consultora AgRural indican un progreso de 12 puntos porcentuales en la última semana, lo que llevó el avance total al 81%. De este volumen, el 80% corresponde a la safrinha.
Para este ciclo, se espera una producción brasileña de 136,3 millones de toneladas, consolidando al país como uno de los principales actores del mercado global.
En cuanto al trigo, el comportamiento fue neutral. El contrato a septiembre bajó apenas U$S0,09, ubicándose en U$S189,87 por tonelada. En este caso, la atención del mercado estuvo en los datos de exportación de Ucrania, que en julio alcanzó las 862.000 toneladas, muy por debajo de los 1,52 millones del mismo mes en 2024. Esta caída refleja el impacto de la guerra y la finalización de la cosecha en dicho país.
En Estados Unidos, las inspecciones de embarques de soja en las terminales portuarias mostraron un salto del 50%, alcanzando las 612.540 toneladas. En el caso del trigo, también se verificó una aceleración de las inspecciones, con 599.600 toneladas contabilizadas recientemente.
En tanto, los analistas estadounidenses no detectan riesgos climáticos que puedan comprometer la campaña 2025/26, lo que alimenta las proyecciones de una abundante cosecha.
La mejora en los precios de la soja, tanto en el mercado local como internacional, abre una ventana de oportunidad para los productores y exportadores, especialmente en un contexto donde se están analizando nuevos esquemas fiscales y cambiarios en Argentina. No obstante, persisten incertidumbres relacionadas con los costos de producción, la rentabilidad de los contratos de alquiler de campos y la evolución del tipo de cambio.
Al mismo tiempo, el comportamiento de la demanda global, en particular de países como India y China, continuará siendo un factor clave para la formación de precios. La atención también se concentra en los desarrollos políticos y logísticos en Ucrania, que podrían incidir en la oferta de trigo y otros granos.
En resumen, el mercado de granos argentino cerró un lunes con buenas noticias para la soja, que recupera terreno luego de semanas de precios a la baja. Con un escenario global que empieza a mostrar señales de reactivación, la mirada ahora está puesta en cómo se reconfigurará el comercio agrícola en los meses venideros.