Por Agroempresario.com
La búsqueda de petróleo en Uruguay lleva más de medio siglo. Desde el descubrimiento de las termas de Arapey en el departamento de Salto, en la década del 40, hasta las exploraciones en la costa marítima en los años 80, el país ha mantenido vivo el interés en hallar reservas petrolíferas. Aunque los resultados no han sido contundentes, la expectativa se renueva con cada avance tecnológico y administrativo.
Actualmente, se planifica la exploración en una zona marítima de 14.500 kilómetros cuadrados, ubicada a aproximadamente 100 kilómetros de la costa uruguaya. La empresa estadounidense Chevron retomará las perforaciones históricas, mientras que el Grupo APA prevé iniciar un pozo exploratorio en 2026.
Por su parte, la estatal Ancap ha firmado contratos con importantes compañías como Shell, APA Corporation, YPF y Challenger Energy, consolidando una red de socios para impulsar la exploración y eventual explotación de hidrocarburos.
La última audiencia pública, realizada en Maldonado, fue un requisito para autorizar las prospecciones sísmicas, fundamentales antes de iniciar perforaciones. Las empresas Searcher Geodata UK Limited y APA Exploration LDC presentaron sus proyectos y respondieron a cuestionamientos de diversos actores, incluyendo ambientalistas y sectores pesqueros críticos respecto al impacto de las actividades.
La exploración sísmica utiliza ondas sonoras para generar imágenes del subsuelo marino, permitiendo identificar posibles reservas petrolíferas sin causar daños innecesarios. Este proceso es clave para planificar excavaciones precisas y minimizar impactos ambientales.
Alejandro Nario, director de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Ambiente, destacó que solo se autorizará una empresa por zona, buscando reducir la presión ambiental y asegurar estudios de impacto rigurosos, una novedad en esta etapa de exploración.
El avance del proyecto no ha estado exento de polémicas. Grupos ambientalistas se manifestaron tanto en Montevideo como en Maldonado, con mensajes en contra de las multinacionales y alertas sobre riesgos para áreas protegidas.
Pedro Riera, abogado de la Asamblea Mar Libre de Petroleras, manifestó la resistencia popular, recordando el rechazo que sufrió el cancelado Proyecto Neptuno.
Pese a las críticas, las autoridades mantienen la postura de que la búsqueda petrolífera es estratégica para fortalecer la soberanía energética y diversificar la matriz productiva. Uruguay, que ha avanzado significativamente en energías renovables, no descarta la relevancia del petróleo como recurso para su desarrollo.