Por Agroempresario.com
La campaña estival 2025 en La Pampa deja un panorama de contrastes en los cultivos principales. Mientras el maíz enfrenta rindes por debajo de lo esperado y retrasos en la cosecha por la humedad elevada, el maní alcanza una producción récord histórica, y el sorgo supera su promedio provincial, aportando cifras alentadoras para el sector agrícola regional.
Los factores climáticos, la humedad en los granos y las diferencias regionales fueron determinantes en el desarrollo de la temporada. Esta combinación generó resultados dispares que reflejan la diversidad productiva de La Pampa.
Durante julio, la cosecha de maíz avanzó con lentitud debido a altos niveles de humedad en los granos, superando el 15% en muchos casos, mientras que la normativa exige un máximo de 14,5%. Esta situación retrasó la entrada de las cosechadoras al campo y generó dificultades para la comercialización.
El rendimiento ponderado provincial fue de 51 quintales por hectárea, con notables variaciones entre regiones. Chapaleufú y Maracó lograron rindes destacados de 69 y 68 quintales por hectárea respectivamente, mientras que el suroeste pampeano registró los valores más bajos. Además, muchos lotes de maíz, afectados por la mala condición, fueron redirigidos a pastoreo, aumentando la superficie destinada a forraje hasta un 14% del total cultivado.
El estrés hídrico, térmico y las heladas tempranas impactaron especialmente en los maíces de segunda, limitando su capacidad productiva y acentuando los problemas que presenta el cultivo esta temporada.
En contraste con el maíz, el maní cierra una campaña histórica. Aunque el rendimiento provincial estuvo levemente por debajo del promedio histórico, la producción total superó esa marca en 33 mil toneladas, marcando un nuevo récord para el cultivo.
La cosecha finalizó con algunas demoras puntuales por humedad, mientras que las altas temperaturas y la escasez de lluvias en momentos críticos restringieron el potencial máximo de rendimiento. No obstante, la zona de Intendente Alvear sobresalió con rindes cercanos a 29 quintales de grano limpio y seco, reafirmando su importancia como corazón productivo del maní en la provincia.
El sorgo también registró una buena campaña. General Pico reportó un rendimiento máximo de 45 quintales por hectárea, y la producción provincial superó en cerca de 9 mil toneladas el promedio histórico, aportando una nota positiva para la cosecha estival.
En cuanto al clima, julio presentó precipitaciones menores al promedio en casi toda la región, condición que afectó a algunos cultivos en etapas previas, pero que facilitó la recolección donde la humedad de los granos era adecuada para su recepción.
El balance final de la campaña estival en La Pampa evidencia la heterogeneidad que puede ofrecer una misma temporada agrícola: un maíz con rendimientos limitados por humedad y factores climáticos adversos, un maní que alcanzó cifras récord y un sorgo que superó sus registros históricos. Este contraste demuestra la importancia de adaptarse a las condiciones variables y diversificar la producción para enfrentar los desafíos del sector agropecuario.