El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) trabajan en el diseño de un módulo hidropónico doméstico que permitirá producir verduras frescas en espacios reducidos, con independencia de las condiciones climáticas externas. La iniciativa busca acercar una tecnología eficiente y de bajo mantenimiento al consumo familiar, con un enfoque práctico y accesible.
El desarrollo toma como punto de partida el Módulo Antártico de Producción Hidropónica (MAPHI), creado por el INTA Santa Cruz para abastecer de vegetales a las bases argentinas en la Antártida. A partir de esa experiencia, los equipos técnicos avanzan en la adaptación del sistema a una escala hogareña, manteniendo los principios de eficiencia, control ambiental y estabilidad productiva.
Según explicó Jorge Birgi, investigador del INTA Santa Cruz, el nuevo prototipo sintetiza las tecnologías aplicadas en el módulo antártico y las ajusta a un formato compacto, pensado para que una familia pueda producir alimentos en su vivienda sin requerir conocimientos técnicos avanzados.

El principal desafío fue transformar un equipamiento concebido para entornos extremos en un dispositivo sencillo, sin resignar productividad. El módulo controla variables clave como temperatura, iluminación y nutrición de las plantas, lo que permite un cultivo estable y previsible durante todo el año.
Martín Díaz, director del proyecto orientado a la optimización del sistema, destacó que el trabajo conjunto entre el INTA y la UNLaM apunta a lograr un producto comercial. “El módulo permite producir vegetales de manera aislada del entorno, ya que todas las condiciones necesarias para el crecimiento están reguladas”, señaló.
La experiencia previa del MAPHI permitió desarrollar un paquete tecnológico integral que incluye sustratos compatibles, semillas seleccionadas, tratamientos específicos y protocolos de siembra. Además, se diseñó una solución nutritiva adaptada a contextos exigentes y un sistema de monitoreo con sensores y placas electrónicas.
Estos dispositivos recopilan y procesan datos productivos que luego se traducen en información simple para el usuario, facilitando el manejo cotidiano del cultivo y reduciendo el margen de error.
En esta etapa, el proyecto se enfoca en la transferencia de tecnología a la sociedad y al sector productivo. El prototipo de menor tamaño incorpora funciones pensadas para el ámbito doméstico y se complementa con el desarrollo de una interfaz intuitiva que permitirá operar el sistema desde una aplicación móvil.
El trabajo también incluye la elaboración de un plan de negocios: se realizará un estudio de mercado para identificar potenciales usuarios, se definirán costos y precios, y se establecerán las bases para una producción a mayor escala.

El resultado final será un conjunto de documentos técnicos que caractericen a los usuarios, detallen materiales de construcción y definan la plataforma de recolección de datos. La iniciativa se enmarca en los Proyectos de Desarrollo Tecnológico y Social (PDTS), impulsados por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) con apoyo de la Unión Europea, con el objetivo de transformar conocimiento científico en soluciones concretas para la vida cotidiana.