Por Agroempresario.com
Tras meses de negociaciones, las provincias de Río Negro y Neuquén lograron un acuerdo histórico con el Gobierno Nacional sobre la gestión de las represas del Comahue, que garantiza mayores ingresos, nuevas obras y un futuro más seguro para los habitantes de ambas jurisdicciones. Por primera vez, se reconoce oficialmente a los estados provinciales como dueños de sus recursos hídricos, un hito que consolida la soberanía local sobre la energía generada por sus ríos.
El nuevo esquema de concesiones establece un incremento en las regalías hidroeléctricas, la creación de un canon por el uso del agua y la constitución de un fondo específico destinado a obras de infraestructura y seguridad hídrica. También fija plazos concretos para ejecutar trabajos de protección que resguarden a la población, la producción y los bienes ante eventuales crecidas.
Los gobernadores Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck destacaron que este acuerdo es el resultado de un trabajo sostenido y del diálogo político constante con la Nación. “Tras meses de trabajo conjunto, logramos que se incorporen condiciones reclamadas por nuestras provincias durante más de 30 años. El agua es propiedad de los rionegrinos y neuquinos”, afirmaron en un comunicado conjunto.
El convenio abarca los complejos hidroeléctricos Alicurá, El Chocón, Cerros Colorados y Piedra del Águila, y establece reglas claras que fortalecen el rol de las provincias en la gestión de sus recursos estratégicos. “Este es un triunfo de la unidad norpatagónica y un paso decisivo en la defensa de nuestros recursos. La energía que producimos seguirá siendo motor de producción, empleo y desarrollo”, agregaron los mandatarios provinciales.
Entre los principales logros del nuevo esquema se destacan:
Precio de la energía en dólares: el valor de la energía vendida a Cammesa se fijará en dólares estadounidenses, otorgando mayor previsibilidad a los ingresos provinciales y estabilidad para proyectar inversiones y financiamientos.
Porcentaje creciente de energía de libre disponibilidad: los contratos permiten que las concesionarias comercialicen cada vez más energía en el mercado, aumentando progresivamente los ingresos por regalías y cánones.
Regalías sobre la totalidad de ingresos: se calcularán considerando todos los conceptos de las concesionarias, incluyendo potencia disponible, potencia base en horas de requerimiento, energía operada y regulación de frecuencia, eliminando vacíos históricos.
Cobro de regalías en especie: las provincias podrán optar por recibir la totalidad de sus regalías en energía eléctrica, con posibilidad de destinarla al consumo interno, venderla en el mercado o fomentar actividades productivas locales.
Reconocimiento de la obligación de los concesionarios: los operadores deberán recopilar información hidrometeorológica de las cuencas y contribuir a su financiamiento.
Canon por uso de agua: por primera vez, se establece un canon a favor de Río Negro y Neuquén, generando un ingreso adicional significativo para ambas provincias.
Fondos para obras de protección: un porcentaje de los ingresos por licitación se destinará a obras definidas por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), con intervención directa de las provincias.
Obras de seguridad hídrica: se fija un plazo de hasta 24 meses para realizar estudios técnicos y definir obras que garanticen la seguridad de las represas ante la máxima crecida probable, cumpliendo con un fallo histórico de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de 2009.
Según Figueroa y Weretilneck, “este acuerdo demuestra que cuando las provincias trabajan unidas y defienden sus derechos, los reclamos se transforman en beneficios concretos. La energía que generan nuestros ríos seguirá impulsando desarrollo, empleo y bienestar en la Patagonia”.
El acuerdo también consolida la Patagonia como región estratégica en materia energética, asegurando que la riqueza generada por los ríos se traduzca en proyectos productivos y obras de infraestructura que beneficien a la población local. Las nuevas reglas permitirán planificar inversiones de largo plazo, potenciar la actividad económica y fortalecer la seguridad hídrica, protegiendo a comunidades, industrias y ecosistemas.
Con este marco concesional, las provincias del Comahue no solo aseguran mayores ingresos: también establecen un modelo de gestión responsable y sostenible de los recursos hídricos que podrá servir como referencia para otras regiones del país. La combinación de control provincial, ingresos predecibles y obras de seguridad refuerza la idea de que la energía y el agua son herramientas clave para el desarrollo regional, el empleo y la inversión.
El acuerdo histórico marca un antes y un después en la gestión de las represas del Comahue y proyecta un futuro más seguro y próspero para Río Negro, Neuquén y toda la Patagonia.