Por Agroempresario.com
En los primeros siete meses de 2025, la industria frigorífica argentina produjo 1,812 millones de toneladas res con hueso (tn r/c/h) de carne vacuna, lo que representa un incremento de 1,7% respecto al mismo período de 2024. En términos absolutos, la producción aumentó en 30.000 tn r/c/h, según el informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
Esta mayor producción, sumada a una caída de 15,4% en la demanda externa —principalmente por la reducción de envíos a China—, permitió que el consumo interno se elevará a 1,366 millones de tn r/c/h, superando en 8,9% el nivel registrado entre enero y julio del año pasado.
En términos per cápita, el consumo de carne vacuna alcanzó 49,8 kilos por habitante al año en julio de 2025, considerando el promedio móvil de los últimos doce meses, lo que representa un aumento interanual de 4,1% (+2 kg/hab/año).
El descenso de la demanda externa ha incidido en la disponibilidad de carne para el mercado local. La contracción en las exportaciones, especialmente hacia China, generó un mayor volumen de carne vacante en Argentina, lo que permitió que más producto se destina al consumo interno.
El informe de CICCRA destaca que la región de la zona núcleo y el Centro-Norte de Córdoba registraron los mejores rendimientos en el consumo interno, mientras que otras zonas mostraron cifras más moderadas. Este comportamiento refleja la relación directa entre producción local y abastecimiento para el mercado doméstico.
En julio de 2025, el Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires (IPC-GBA INDEC) registró un aumento mensual de 1,9%, quedando 37,6% por encima del promedio de julio de 2024. En el capítulo alimentos y bebidas no alcohólicas, el alza fue de 2%, impulsada por un incremento de 2,2% en alimentos y 0,8% en bebidas no alcohólicas.
Dentro de este contexto, los precios de la carne vacuna mostraron una suba mensual de apenas 0,5%, la más baja desde octubre de 2024. Entre los cortes, el asado se mantuvo sin cambios, el cuadril cayó 0,5%, la nalga subió 0,4%, la paleta 1,4%, la carne picada común 1,1% y la caja de hamburguesas 2%. La baja entre junio y julio respecto al precio relativo del pollo alcanzó 4,7%, situándose casi 2% por debajo del promedio de los últimos nueve años.
A pesar de la estabilidad reciente, el valor del kilo de asado lideró las subas interanuales con 65,2% de incremento, seguido por la nalga (59,2%), el cuadril (58,5%), la paleta (53,8%), la carne picada común (40,8%) y la caja de hamburguesas (50,8%).
El repunte del consumo se explica por la combinación de mayor producción local y la menor presión de la demanda externa. Además, la estabilidad de los precios relativos ha contribuido a sostener el consumo, permitiendo que los hogares puedan adquirir carne vacuna a un ritmo más accesible.
Según expertos de CICCRA, mantener la producción constante y la previsibilidad en los precios es clave para garantizar que el consumo interno continúe su recuperación, especialmente en un contexto de mercado donde la oferta global y los precios internacionales impactan directamente en las decisiones de exportación y en la disponibilidad local.
Se espera que la tendencia de consumo se mantenga positiva en lo que resta del año, siempre que la producción se sostenga y la demanda externa siga moderada. La coordinación entre productores, frigoríficos y organismos regulatorios será crucial para equilibrar los mercados internos y externos, así como para mantener la competitividad del sector.
El informe subraya que la recuperación del consumo interno no solo beneficia a los productores y la industria, sino también al consumidor final, que encuentra un mercado más estable y con precios menos volátiles en comparación con años anteriores.