Por Agroempresario.com
El Departamento de Defensa Comercial de Brasil resolvió imponer medidas antidumping sobre la leche en polvo proveniente de Argentina, en el marco de una investigación iniciada por la Confederación Nacional de Productores Brasileños. La denuncia sostenía que las exportaciones argentinas se realizaban a precios inferiores a los del mercado interno, configurando competencia desleal.
Raúl Catta, coordinador de la Comisión de Lechería de la Sociedad Rural Argentina (SRA), consideró que la decisión es un “alivio” para la industria. Sin embargo, recordó que la actividad lechera argentina no registra crecimiento desde hace más de 25 años. “Hacemos entre 10.000 y 11.000 millones de litros por año desde hace más de 25 años, y las señales actuales de la industria no son alentadoras”, afirmó.
El dictamen del gobierno de Luis Inácio “Lula” da Silva concluyó que no existían elementos suficientes para acreditar un perjuicio a la industria local, ya que la información presentada por los denunciantes se refería a la leche cruda y no al segmento relevante de la leche en polvo. Esta reinterpretación sobre qué constituye el “producto similar” fue determinante para cerrar la posibilidad de sanciones en esta instancia.
Catta destacó que Brasil, principal destino internacional de la leche argentina, es deficitario en su producción para satisfacer el consumo interno, por lo que mantiene un vínculo comercial estratégico con Argentina bajo las reglas del Mercosur, que protege el intercambio intrazona frente a terceros mercados.
Pese al alivio internacional, la situación doméstica sigue siendo compleja. Según Catta, “el precio pagado al productor muestra una tendencia a la baja en términos reales”, lo que genera incertidumbre sobre la capacidad del sector para expandirse. La lechería argentina enfrenta un estancamiento que afecta tanto a la producción como a la inversión, lo que limita la competitividad en mercados internos y externos.
El desafío para los referentes del sector será aprovechar este respiro comercial para impulsar el crecimiento. En 2023 y 2024, las exportaciones argentinas de leche en polvo representaron entre 90.000 y 95.000 toneladas anuales, equivalentes a unos US$330 millones. Capitalizar esta oportunidad es clave para revertir más de dos décadas de estancamiento.
La industria lechera deberá enfrentar retos estructurales, entre ellos la modernización de procesos productivos, la mejora en la eficiencia de los tambos y la adaptación a las demandas de los mercados internacionales. Además, la relación con Brasil seguirá siendo estratégica para mantener el volumen exportable y sostener los ingresos de los productores locales.
Catta concluyó que la resolución brasileña ofrece un alivio temporal, pero que el crecimiento sostenido de la lechería argentina dependerá de políticas internas, precios justos y planificación a largo plazo, que permitan revitalizar un sector clave para la economía agroalimentaria del país.