Por Agroempresario.com
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su par francés, Emmanuel Macron, mantuvieron una conversación clave en la que ambos reafirmaron su compromiso de “ultimar el diálogo” para la firma del histórico acuerdo entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur. Según el comunicado oficial del Gobierno brasileño, la intención es que el tratado quede sellado este semestre, coincidiendo con la presidencia brasileña del bloque sudamericano, que concluirá en diciembre con la cumbre del Mercosur.
El tratado entre la UE y el Mercosur se negocia desde hace más de dos décadas y representa una de las mayores alianzas comerciales entre bloques regionales. Sin embargo, su firma ha estado condicionada por múltiples tensiones políticas y económicas. En particular, Macron y otros líderes europeos han expresado preocupación por el impacto del acuerdo en el sector agropecuario europeo y en la agenda ambiental, sobre todo por la deforestación en la Amazonía.
En medio de un escenario global marcado por disputas comerciales, Lula remarcó que Brasil busca ampliar su acceso a mercados internacionales, especialmente tras el aumento arancelario impuesto por Estados Unidos del 50% a algunos productos brasileños. Este contexto refuerza el interés de Brasil en consolidar el acuerdo con la UE, que abriría oportunidades comerciales a gran escala para los países del Mercosur.
Durante la conversación, ambos mandatarios destacaron su defensa del multilateralismo, el libre comercio y la necesidad de promover una mayor cooperación entre países desarrollados y el Sur Global. Lula adelantó que estos temas serán parte central de una conferencia virtual que planea convocar en el marco del foro BRICS, el mes próximo.
Además del acuerdo comercial, Lula y Macron dialogaron sobre cuestiones de alcance internacional. Entre ellas, la búsqueda de una salida al conflicto generado por la invasión de Rusia a Ucrania, el combate al hambre y la acción conjunta frente al cambio climático. También resaltaron la importancia de continuar las conversaciones en torno a la seguridad alimentaria y la transición hacia economías más sostenibles.
El objetivo de cerrar el acuerdo durante la cumbre del Mercosur en diciembre marca un hito esperado, pero aún incierto. Si bien existen avances diplomáticos, la resistencia de sectores europeos, en especial vinculados a la agricultura, podría frenar la concreción definitiva. No obstante, la presión de Brasil y la necesidad de la UE de fortalecer vínculos con América Latina en un contexto de reconfiguración geopolítica mundial podrían acelerar la firma.
El diálogo entre Lula da Silva y Emmanuel Macron refleja la voluntad política de ambas partes de superar los obstáculos y dar cierre a una negociación histórica que podría redefinir las relaciones económicas entre Europa y Sudamérica.