Por Agroempresario.com
La Argentina está viviendo un momento excepcional para el girasol, con una campaña que marca hitos históricos y un optimismo creciente de cara a la temporada 2025/26. Según los datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y de organismos internacionales, la superficie sembrada podría alcanzar 2,6 millones de hectáreas, superando los 2,2 millones de la actual campaña. La expansión se concentrará principalmente en el NEA, el centro y norte de Santa Fe, donde se espera un aumento de alrededor de 400 mil hectáreas adicionales.
Las condiciones climáticas favorables y la mejora relativa en los precios generan expectativas positivas entre los productores. Considerando los rindes tendenciales, la cosecha nacional podría alcanzar cerca de 5 millones de toneladas de girasol, niveles que no se veían desde fines del siglo pasado. Este incremento se refleja tanto en la producción de semillas como en la proyección de exportaciones de aceite y pellets, que se sitúan en máximos desde 2006, con precios que superan los USD 1.000 por tonelada, 25% más que el año anterior.
La BCR destaca que, sumando exportaciones de semillas, pellets y aceite, los despachos argentinos alcanzan 1,75 millones de toneladas, el nivel más alto en 23 años. Este aumento de la oferta desde Argentina está ejerciendo presión sobre los precios internacionales, especialmente en India y la Unión Europea, donde se observa un valor menor comparativo de los productos ucranianos.
Si se concretan las proyecciones, el valor de las exportaciones podría alcanzar USD 1.184 millones, convirtiéndose en la segunda mejor racha del complejo desde 2010, solo por detrás del récord de 2022, marcado por la guerra en el Mar Negro. La BCR prevé que hasta finales de la campaña 2024/25 se procesen 2,1 millones de toneladas más, lo que permitirá cerrar el ciclo con un crushing de 4,2 millones de toneladas, máximos desde la campaña 1999/00.
Por su parte, el USDA mantiene la proyección de 1,275 millones de toneladas de aceite de girasol exportadas en 2024/25, pero estima una caída a 1,15 millones de toneladas para la temporada 2025/26, lo que implicaría una leve reducción de la participación argentina en el comercio global, del 9,6% al 8,5%.
Un elemento central para la evolución del mercado será la cosecha en la región del Mar Negro, que concentra el 57% de la producción mundial de girasol y es líder en exportaciones de aceite y harina. El excedente del consumo interno convierte a Ucrania y Rusia en los principales jugadores, con una participación conjunta del 70% en el mercado global de aceite vegetal, según la BCR. Estos países determinan gran parte de los precios internacionales y marcan la referencia para los productores argentinos.
Según datos recientes del USDA y de la consultora Asagir, la producción del hemisferio norte pasará de 38,43 millones de toneladas en 2024/25 a 41 millones de toneladas en 2025/26, con un incremento en la producción de aceite de girasol y exportaciones en la misma proporción. La producción de Ucrania se estima en 13,5 millones de toneladas, mientras que la de Rusia alcanzará 18 millones de toneladas, superando ambos niveles del ciclo anterior.
Los precios internacionales del girasol en Ucrania han registrado máximos al cierre de la campaña 2024/25 debido a la disminución de inventarios y la fuerte demanda de aceite. Asimismo, la sequía en el sureste ucraniano ha limitado la cosecha, presionando al alza los valores. Traders internacionales recomiendan a los productores vender su cosecha al mejor precio posible antes del inicio del ciclo de cosecha en septiembre y octubre, ya que la oferta mundial aumentará, influenciada también por la soja estadounidense y el aceite de colza europeo.
Mientras tanto, en Rusia, el gobierno ha levantado temporalmente los aranceles móviles de exportación sobre aceite y harina de girasol hasta el 31 de agosto de 2025, incentivando la salida de productos y apoyando a productores y procesadores locales antes del inicio de las labores de campo de otoño.
Las consultoras Oil World y el Consejo Internacional de Granos (CIG) estiman un aumento de la producción mundial de girasol en 2025/26: Oil World proyecta 59,3 millones de toneladas, un crecimiento del 7,6% respecto a la campaña anterior, mientras que el CIG calcula 56,6 millones de toneladas, un alza del 9%. Este incremento también contempla un aumento en el procesamiento mundial, con cifras estimadas en 53,2 millones de toneladas según Oil World, por encima de los 49,9 millones de 2024/25, aunque menor que los 55,5 millones de 2023/24.
El crecimiento de la producción global indica que habrá un aumento de aceite de girasol disponible, pero con stocks ajustados, lo que podría mantener la presión sobre los precios internacionales y generar oportunidades estratégicas para los exportadores argentinos.
En la Argentina, la campaña 2025/26 de girasol promete consolidar el crecimiento de la superficie y el récord de procesamiento de semillas. Las condiciones climáticas, la inversión en tecnología y el seguimiento cercano de rendimientos permiten proyectar cosechas superiores a 5 millones de toneladas. Los aumentos en exportaciones de aceite y pellets consolidan al país como un actor relevante en el mercado global, especialmente ante la volatilidad de la región del Mar Negro.
Los productores de NEA y Santa Fe están especialmente atentos a la dinámica de precios y a la demanda internacional. Con un crushing récord y exportaciones históricas, la campaña representa una oportunidad única de maximizar ingresos, optimizar logística y fortalecer la participación argentina en los mercados globales de aceite de girasol y productos derivados.
A pesar de las buenas perspectivas, los especialistas advierten sobre riesgos asociados a la variabilidad climática, los precios internacionales y la competencia global. Es clave aprovechar las ventanas de cosecha, ajustar la logística de almacenamiento y transporte, y coordinar la venta de productos con la evolución del mercado internacional.
Además, la relación stocks/consumo a nivel mundial vuelve a ser apretada, lo que implica que las decisiones de los productores argentinos sobre almacenamiento, exportación y molienda serán determinantes para capturar el valor de mercado. Las recomendaciones incluyen diversificar destinos de exportación, aprovechar acuerdos comerciales y monitorear de cerca las proyecciones de producción y precios en Ucrania, Rusia, India y la Unión Europea.
En conclusión, la campaña 2025/26 posiciona a la Argentina en un escenario muy favorable para el girasol. Con superficie en expansión, máximos históricos de crushing y exportaciones récord de aceite, el país se consolida como un actor clave en el comercio internacional de semillas y productos oleaginosos, aunque deberá gestionar estratégicamente la logística, la oferta y la demanda global.