Por Agroempresario.com
La producción de leche en Argentina se encuentra en alza, con un crecimiento del 11% entre enero y julio de 2025, y se estima que cerrará el año con un incremento cercano al 10% respecto de 2024. De confirmarse esta proyección, la producción alcanzaría 11.600 millones de litros, cifra que sería la más alta desde 2015 y equipararía los registros de 2021 y 2022, según datos de la Secretaría de Agricultura.
El presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), Ercole Felippa, destacó que "gracias en gran parte al clima recuperamos la caída en la producción de 2024 y vamos hacia un año récord". Sin embargo, el directivo señaló que este aumento en la oferta genera tensiones en el mercado: "La demanda local no puede absorber más cantidad sin que se vea afectado el precio. Es necesario canalizar los excedentes primaverales a través de la exportación".
Felippa explicó que los precios de la leche pagados a los productores deberían reflejar el incremento de la producción. "El valor de la materia prima no refleja la realidad del mercado sino que obedece a otras circunstancias, como la necesidad de las industrias de utilizar la capacidad instalada. Creo que en los próximos meses se dará un sinceramiento de precios", afirmó.
Durante los últimos dos años, la rentabilidad del sector se mantuvo elevada gracias a la combinación de precios de leche competitivos en dólares y bajos costos de granos. En 2024, la sequía afectó la producción y ayudó a sostener los valores históricos del litro, que llegó a 45 centavos de dólar. Este año, el precio cayó a 42/43 centavos y tras la reciente devaluación se ubica en 37 centavos por litro. Medido en pesos, el precio promedio en julio se mantuvo en 473 pesos, similar al mes anterior.
Felippa subrayó que la rentabilidad comienza a erosionarse debido a los problemas comerciales en el mercado interno y en la exportación. Por ello, consideró fundamental trabajar en una competitividad sistémica de la cadena láctea. "No podemos depender del tipo de cambio para exportar, necesitamos reducir la presión fiscal y optimizar la estructura de costos", indicó.
El directivo agregó que aproximadamente 35% a 40% del valor final de los lácteos corresponde a impuestos, repartidos entre jurisdicciones nacionales, provinciales y municipales. Además, señaló que los costos laborales representan otro desafío, no solo en salarios, sino también por la "industria del juicio", que impacta en la operación de las empresas.
En este contexto, la industria láctea busca equilibrar la oferta récord de leche con políticas que permitan sostener los precios y fortalecer la competitividad del sector, tanto en el mercado interno como en la exportación. La combinación de condiciones climáticas favorables, producción creciente y planificación estratégica de exportaciones podría asegurar un año histórico para el sector, consolidando a Argentina como un actor relevante en el mercado lácteo global.