Por Agroempresario.com
La economía argentina atraviesa semanas de alta volatilidad financiera, con especial atención sobre la cotización del dólar y las operaciones oficiales del Banco Central (BCRA). En este contexto, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, salió a desmentir versiones que indicaban que el Tesoro estaba utilizando fondos del crédito concedido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril para contener la cotización de la divisa.
Quirno, miembro del equipo económico liderado por el ministro Luis Caputo, enfatizó que “no se ha usado ni un solo dólar del FMI del programa que comenzó en abril”. Esta declaración apunta a calmar la inquietud del mercado, donde bancos, economistas y consultoras habían interpretado movimientos recientes de reservas como indicios de intervención directa con dólares internacionales.
El nerviosismo financiero se intensifica debido a la proximidad de las elecciones legislativas de octubre. Durante las últimas semanas, distintos analistas y medios especializados habían reportado movimientos inusuales en las cuentas del Tesoro en el BCRA, generando especulación sobre una posible venta de dólares dentro de la banda de flotación oficial.
Uno de los primeros en alertar sobre esta situación fue el economista Christian Buteler, quien en la red social X (antes Twitter) señaló que informes de Vectorial y 1816 indicaban que el Tesoro estaría operando en el mercado de cambios de manera discreta. Buteler incluso recordó que en 2018 el entonces presidente del BCRA, Miguel Pesce, había pedido la remoción de Luis Caputo por utilizar dólares del FMI para contener la cotización.
Frente a estas versiones, Quirno aclaró: “Uno que no entiende que los dólares del FMI que tomó el Tesoro los tiene el BCRA producto de la recapitalización que se realizó con los desembolsos. No se ha usado ni un solo dólar del FMI del programa que comenzó en abril”.
El funcionario explicó que los recursos están claramente diferenciados y que no existe “alquimia contable”. Señaló además que el oro argentino se encuentra dentro del activo del BCRA y que toda la información puede consultarse en el balance diario de la institución, garantizando transparencia en la gestión.
Pese a los dichos de Quirno, los informes de Vectorial y 1816 alimentaron la discusión sobre las reservas y las operaciones cambiarias del Tesoro. Vectorial alertó que “el mercado ya no cree en la prevalencia del esquema actual luego de las elecciones” y destacó que los futuros del dólar muestran cotizaciones que perforan la banda superior a partir de noviembre.
Por su parte, la consultora 1816 indicó que entre el 11 y el 27 de agosto los depósitos en dólares del Tesoro en el BCRA disminuyeron USD 354 millones. Si bien parte de la caída puede explicarse por pagos a organismos internacionales —como BID, BIRF y CAF—, algunas variaciones coinciden con aumentos de depósitos en pesos, lo que genera especulaciones sobre intervenciones en el mercado local.
El economista Ricardo Arriazu, conocido por sus análisis vinculados a la gestión de Javier Milei, atribuyó parte del nerviosismo a “errores de comunicación” del gobierno. Según Arriazu, la desconfianza de los inversores sigue siendo alta, aunque el BCRA cuenta con aproximadamente USD 25.000 millones líquidos para defender el tipo de cambio.
Arriazu destacó que el gobierno ha implementado medidas como la banda cambiaria y las altísimas tasas de interés en pesos con el objetivo de contener la inflación y estabilizar el mercado financiero, aun a costa de un impacto en la actividad económica.
El debate sobre el uso de los dólares del FMI se intensificó cuando Buteler insistió en que “el dinero es fungible” y preguntó si el Tesoro había estado vendiendo divisas en las últimas semanas. 1816, en su informe, detalló que no puede confirmarse plenamente la venta directa en el MULC o MEP, pero señaló que “no se encuentra otra explicación para que, en reiteradas oportunidades, el Tesoro pierda dólares y sume pesos por un monto diario equivalente”.
Quirno remarcó que todas las operaciones están registradas y son transparentes. En particular, destacó que la deuda generada por el Tesoro al BCRA ha vuelto a ser responsabilidad exclusiva del fisco y que la información contable es más clara que nunca. La comunicación oficial busca disipar rumores que podrían desestabilizar aún más un escenario económico ya sensible.
El contexto preelectoral agrega presión a las decisiones del gobierno. Mantener la estabilidad del dólar es percibido como un objetivo prioritario, tanto para sostener la inflación en niveles manejables como para generar confianza entre inversores nacionales e internacionales. En este marco, la narrativa sobre la utilización de fondos del FMI podría impactar directamente en las expectativas del mercado y en la percepción de riesgo país.
La postura oficial, reforzada por Quirno, apunta a diferenciar entre los fondos del FMI y las reservas propias del BCRA. Mientras que los primeros permanecen intactos, el Tesoro utiliza instrumentos financieros locales para intervenir en la oferta de pesos y dólares, asegurando la estabilidad cambiaria sin comprometer los compromisos internacionales.
El secretario de Finanzas también enfatizó que el manejo prudente de las reservas y la coordinación con el BCRA buscan evitar la descapitalización del Banco Central y garantizar que la política monetaria funcione de manera eficiente.
A medida que se acercan las elecciones, la atención sobre el dólar, los bonos y el riesgo país permanecerá alta. Analistas prevén que el gobierno deberá mantener un equilibrio delicado entre intervenir para estabilizar el tipo de cambio y preservar reservas internacionales para cumplir con obligaciones externas, incluyendo pagos de Bonares y Globales, estimados en USD 4.200 millones en enero próximo.
La estrategia oficial incluye no solo el control del tipo de cambio mediante la banda cambiaria, sino también políticas de tasas de interés que incentiven la inversión en pesos y reduzcan la presión sobre las divisas, reforzando la estabilidad macroeconómica y generando previsibilidad en un año electoral.