Por Agroempresario.com
Las tensiones comerciales derivadas de los aranceles impuestos por Estados Unidos han provocado un reposicionamiento estratégico de las exportaciones de carne de Brasil, que ahora busca expandir sus ventas hacia China, el principal mercado para la carne argentina. Este movimiento podría afectar significativamente la participación de Argentina en el gigante asiático, mientras los precios internacionales se mantienen favorables para los exportadores regionales.
Durante julio, las exportaciones argentinas de carne vacuna alcanzaron 62.200 toneladas, con un valor cercano a USD 346,9 millones. Aunque esto representó una ligera disminución del 1% en volumen respecto a junio, el valor se incrementó un 5,5%, impulsado por la mejora de los precios internacionales.
Si se compara con julio de 2024, el crecimiento fue más marcado: el volumen exportado aumentó un 9,7% y el valor facturado subió un 51,7%, con un precio promedio por tonelada exportada de USD 5.577, un 6,6% más que en junio y un 38,2% interanual.
Sin embargo, la caída acumulada del 14,5% en el volumen exportado durante los primeros siete meses del año (376.245 toneladas) demuestra que, pese a los incrementos en valor unitario, Argentina enfrenta desafíos para mantener su liderazgo en China.
El informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destaca que las exportaciones brasileñas hacia China crecieron un 18% entre junio y julio, sumándose a un primer semestre de intensa actividad comercial, con un aumento del 15% respecto a 2024, alcanzando 790.000 toneladas.
Este cambio responde a la imposición de un arancel final del 76,4% por parte de Estados Unidos, que hace inviable el ingreso de carne brasileña al mercado norteamericano y obliga a Brasil a buscar nuevos destinos, principalmente en China, pero también en otros mercados asiáticos como Vietnam, Filipinas e Indonesia.
Para Argentina, cuya dependencia del mercado chino es significativa, este reposicionamiento brasileño genera presión competitiva y obliga a repensar la estrategia de exportaciones a mediano plazo.
El valor promedio de la tonelada exportada por Argentina en lo que va de 2025 se incrementó un 35% interanual, pasando de USD 3.835 en 2024 a USD 5.165. Los cortes de mayor valor, como carne deshuesada, fresca o refrigerada, experimentaron un aumento del 23%, mientras que los productos congelados sin hueso, principalmente destinados a China, mostraron un incremento interanual de aproximadamente 40%.
Estos números permiten a Argentina mantener la facturación total en USD 1.943 millones, un 17,6% más que en el mismo período de 2024, a pesar de la caída en volumen.
Aunque China sigue absorbiendo más del 70% del volumen exportado por Argentina, julio marcó un quiebre en la tendencia positiva de los tres meses anteriores. Los embarques al país asiático sumaron 44.842 toneladas, un 7% menos que en junio, reflejando el efecto de la competencia brasileña y la disrupción causada por los aranceles estadounidenses.
La BCR señala que esta tendencia podría intensificarse en agosto, especialmente si los excedentes brasileños continúan ingresando al mercado chino, afectando la demanda y los precios.
Otro factor relevante es la acumulación de stocks de carne vacuna importada en los almacenes chinos, que podría influir en la demanda futura de Argentina. Además, los datos preliminares de agosto, basados en certificaciones del SENASA, anticipan una nueva retracción en los volúmenes exportables, aumentando la incertidumbre sobre la participación argentina en el mercado asiático.
Para igualar las exportaciones totales de 2024 (769.000 toneladas), Argentina debería aumentar el ritmo de embarques en un 25% en los próximos meses, un desafío considerable ante el nuevo escenario comercial.
Los expertos coinciden en que Argentina debe replantear su estrategia de exportación a China, considerando la competencia creciente de Brasil y la volatilidad de los precios internacionales. Esto incluye mejorar la competitividad de los cortes de mayor valor, diversificar destinos comerciales y optimizar la logística de exportación.
Al mismo tiempo, se espera que la industria cárnica argentina aproveche la estacionalidad de la demanda y el posicionamiento en segmentos premium para mantener ingresos sostenibles, incluso frente al aumento de la oferta brasileña.