Por Agroempresario.com
Horacio Marín, CEO de YPF, durante la cumbre gasífera Gastech 2025 en Milán, donde reveló las últimas novedades del ambicioso proyecto de Gas Natural Licuado (GNL) que Argentina busca consolidar como exportador global. En su primera participación en la conferencia más importante del sector a nivel mundial, Marín destacó que el proyecto contará con el respaldo de un consorcio conformado por cuatro compañías de calificación “Triple A”, lo que garantiza solidez y viabilidad a largo plazo.
El debut del ejecutivo argentino coincidió con un momento complejo para los mercados locales. La acción de YPF experimentó un retroceso tras las elecciones, y el riesgo país superó los 1.100 puntos básicos, cifras que normalmente impactarían en proyectos de capital intensivo. Sin embargo, Marín aseguró que estos factores no afectan la proyección de la empresa. “Cuando se conozcan las cuatro empresas que forman parte del consorcio, hablan por sí solas. Eso ayuda mucho más que cualquier indicador macroeconómico”, afirmó desde el complejo Fiera Milano.
El CEO de YPF explicó que el principal objetivo de su presencia en Italia era definir Argentina LNG, con la meta de iniciar exportaciones a partir de 2029. “Queremos que durante el año 2026 tengamos un proyecto completamente definido para exportar gas natural licuado”, detalló. Sobre las reuniones con las principales compañías del mundo, Marín afirmó que fueron “extremadamente positivas”, destacando que la clave en las negociaciones es la determinación y claridad de objetivos.
Marín subrayó que la calidad de la roca en Vaca Muerta y la Ley RIGI son factores determinantes para atraer inversiones. “Cuando un proyecto cuenta con una ley robusta y un reservorio de alta calidad, las empresas miran al largo plazo. Nuestro proyecto es económicamente sólido y abarca toda la cadena, diferenciándonos de lo que ocurre en Estados Unidos”, señaló.
Consultado sobre el impacto de los resultados electorales, Marín fue categórico: ninguna de las compañías internacionales mostró preocupación por el ruido político local. En su opinión, la robustez del proyecto y el respaldo del consorcio garantizan su continuidad pese a la volatilidad económica. Además, destacó que la participación de YPF como operador principal apunta a consolidar la producción y exportación a escala mundial.
En términos de producción, YPF apunta a alcanzar más de 2 millones de barriles con operadores externos para 2031, además de 1 millón de barriles propios equivalentes. Marín remarcó la importancia de ser un operador tecnológico de clase mundial y crear un ambiente laboral atractivo para los jóvenes profesionales. “Queremos una compañía que sea deseada por los talentos, altamente rentable y capaz de sostener su crecimiento durante un siglo”, afirmó.
En el segmento downstream, Marín implementó cambios estratégicos para optimizar la eficiencia y capturar mercados de alta gama, tradicionalmente dominados por otras empresas. “Para ser una compañía altamente eficiente, hay que aplicar cambios tecnológicos en todos los frentes. Hoy, la gente nos ve como la mejor compañía de Argentina y eso me llena de orgullo”, sostuvo.
Uno de los principales retos de cualquier proyecto argentino de gran envergadura es el acceso a financiamiento competitivo. Marín recordó que YPF logró superar este desafío con el oleoducto VMOS y confía en replicarlo con el proyecto GNL. “El consorcio que estamos formando es tan sólido que las cuatro compañías, cuando se den a conocer, hablarán por sí solas. No le tengo miedo al financiamiento”, afirmó.
El proyecto GNL de Argentina no solo busca consolidar al país como exportador, sino también fortalecer la posición de YPF como operador global. La estrategia de la empresa combina innovación tecnológica, eficiencia operativa y alianzas estratégicas con compañías internacionales de primera línea, lo que asegura competitividad en un mercado global exigente.
Con la mirada puesta en 2029, Marín y su equipo buscan cumplir un ambicioso cronograma que permita a Argentina ingresar de manera efectiva al mercado global de gas natural licuado. La combinación de recursos de Vaca Muerta, leyes de incentivos robustas, alianzas internacionales y enfoque tecnológico coloca al proyecto GNL argentino como uno de los más prometedores del continente.