Por Agroempresario.com
Martín Piroyansky, actor y director, inauguró Café Mar del Plata en La Paternal con un motivo tan curioso como personal: impedir que construyeran un edificio de siete pisos junto a su casa. "Primero me puse contento porque pensé que iban a poner un bar, pero después me enteré de que iban a hacer una torre. Como los conocía, les escribí pidiéndoles que no lo hicieran. Se me rieron. Hasta que uno me dijo: 'Si querés, te alquilo la propiedad y vos poné un café'", contó.
"Maté dos pájaros de un tiro", resume Piroyansky, que además de defender su espacio cumplió un viejo anhelo: tener un café propio. El local abre de miércoles a domingo en Añasco 2543, con un menú basado en sándwiches de miga con "vueltas de tuerca" y café clásico. "La idea es volver al cafetín porteño: café con leche, cortado, cortado doble. Salirnos de esa cosa como educativa del café de especialidad, que vas y pedís un café y te dicen "¿un flat White?". No queremos evangelizar a la gente y hacerla sentir mal porque no sabe cómo se dice un café, sino llamarlo como lo llamamos toda la vida", explicó.
El emprendimiento lo comparte con su amigo Diego Berakha, director de publicidad y diseñador gráfico. Ninguno de los dos proviene del mundo gastronómico: "No somos gastronómicos, así que cada paso fue un descubrimiento. Desde habilitar el lugar hasta contratar gente. Es mucho trabajo, pero nos gusta. Yo aprovecho y vengo a escribir acá, ahora estoy con la tercera temporada de Porno y helado", reveló.
La carta ofrece combinaciones como rúcula, brie y peras; kimchi y queso; mortadela con pesto o trucha ahumada con queso crema, además de chipá, medialunas de la tradicional Fonte D'Oro marplatense y torta vasca. "Me gusta mucho la idea del café más allá de la bebida. Es un lugar para trabajar, escribir, reunirse o simplemente disfrutar. Mientras haya un lindo clima, nosotros vamos a estar contentos", aseguró el actor.
El espacio funciona en una casa chorizo remodelada, con techos altos y patio lateral, que mantiene pisos y aberturas originales. El nombre, Mar del Plata, también tiene un valor simbólico: "Queríamos un nombre que pudiera tener cualquier café clásico. Además, nos encanta Mar del Plata. Yo voy dos veces al año, en invierno y para el festival de cine. Nos pareció perfecto", dijo Piroyansky.
Con su impronta personal, el nuevo café se suma al polo gastronómico en crecimiento de La Paternal y busca rescatar la mística de los bares porteños. "Podés venir con la laptop y quedarte todo el día, nadie te va a apurar", concluyó.