Por Agroempresario.com
El huevo atraviesa un momento histórico en la mesa argentina: nunca antes se consumió tanto como en la actualidad. Con un promedio de 380 unidades por persona al año, este alimento se consolidó como la segunda proteína más importante de la dieta nacional, solo detrás de la carne vacuna, según el Estudio de Consumo de Huevo en Argentina 2025, elaborado por la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA).
Su valor nutritivo, accesibilidad económica y versatilidad culinaria explican una tendencia que crece año a año y que coloca a la producción avícola argentina como un sector de gran dinamismo, con impacto en la seguridad alimentaria, el empleo y las exportaciones.
El estudio de CAPIA muestra que el 30% de los hogares aumentó su ingesta en el último año, duplicando el porcentaje registrado en 2023. Hoy, los hogares consumen en promedio entre 6 y 12 huevos por semana, mientras que un 10% ya alcanza el rango de 12 a 18 unidades semanales. Esto confirma que los argentinos comen más de un huevo por día en promedio.
Para el Dr. Javier Prida, presidente ejecutivo de CAPIA, el huevo se ha transformado en una proteína estratégica: “El huevo es uno de los alimentos más completos disponibles en la Argentina. Aporta aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales clave, y es económicamente accesible en comparación con otras proteínas”.
Dr.Javier Prida
Los factores que impulsan este consumo récord son múltiples. El huevo combina un alto valor nutricional con practicidad en la cocina, adaptándose a preparaciones rápidas y gourmet. Además, frente al aumento en los precios de otras proteínas como la carne o el pescado, aparece como la fuente de proteína animal más económica disponible.
El informe también reveló que el 39% de los argentinos incorpora huevo en viandas laborales, lo que representa un aumento del 17% respecto a 2023. En contraste, las viandas escolares aún muestran una incorporación más baja, aunque se espera un crecimiento a medida que se consolide su presencia en menús saludables.
El consumo sostenido generó también cambios en los hábitos de compra. La verdulería desplazó a las granjas y almacenes como el principal canal, elegida por un 26% de los consumidores. La conveniencia resulta clave: muchos compradores incorporan huevos durante la compra de frutas y verduras.
Otro dato significativo es el crecimiento de los maples familiares de 60 unidades, que ya adquiere un 57% de los hogares. Esto refleja una planificación más intensiva del consumo y una búsqueda de ahorro frente a las presentaciones más pequeñas.
En cuanto a los criterios de elección, los consumidores priorizan la frescura y el tamaño de los huevos. El 95% considera fundamental la fecha de vencimiento en el envase, aunque la mayoría desconoce la verdadera vida útil del producto. En cambio, aspectos como el color de la cáscara o la higiene del envase tienen menor incidencia en la decisión de compra.
El crecimiento del consumo se observa con mayor fuerza en hombres y en los rangos etarios de 20 a 35 años y 50 a 65 años. En el plano turístico, también se afianza: el 63% de los consumidores accede a menús con huevo en hoteles, lo que ratifica su presencia en la gastronomía profesional y en el turismo receptivo.
Prida destacó además que la yema del huevo aporta luteína y zeaxantina para la salud ocular, colina para la función cerebral y nutrientes que ayudan a la saciedad y al control del apetito. Estos atributos nutricionales refuerzan su posicionamiento como proteína completa y funcional para todas las edades.
La producción argentina de huevos supera los 18.200 millones de unidades al año, abasteciendo el mercado interno y permitiendo exportaciones a más de 65 destinos internacionales. Con casi 60 millones de gallinas ponedoras, el sector genera más de 30.000 empleos directos e indirectos y una facturación superior a los U$S 2200 millones.
El huevo argentino no solo se consume localmente, sino que gana terreno en mercados externos, donde se reconoce su calidad e inocuidad. En este sentido, CAPIA proyecta que las exportaciones seguirán creciendo, acompañadas por políticas de promoción y acuerdos sanitarios que faciliten la apertura de nuevos destinos.
Si bien el consumo crece, los controles también se intensifican. En Entre Ríos, el SENASA y la Policía provincial decomisaron recientemente 36.000 huevos transportados sin documentación sanitaria ni garantías de inocuidad. El operativo se realizó sobre la Ruta Nacional Nº 18 en Paso de la Laguna, donde se detectó un cargamento procedente de Crespo con destino a Concordia, sin habilitación para transporte de alimentos ni trazabilidad.
La mercadería fue destruida siguiendo protocolos sanitarios, evitando riesgos para la salud pública. Este tipo de controles buscan garantizar la calidad del producto y proteger tanto a consumidores como al estatus sanitario del país.
El huevo se consolidó como un símbolo de resiliencia alimentaria en Argentina. Frente a los cambios de precios en otras proteínas, se transformó en una costumbre cotidiana, accesible para todas las clases sociales y con gran aceptación transversal en edad, género y regiones.
El estudio de CAPIA concluyó que, pese a la competencia de alimentos como el pollo, la carne o las legumbres, el huevo mantiene un lugar protagónico en la mesa argentina. Su combinación de accesibilidad, versatilidad y valor nutricional lo posiciona como uno de los alimentos más relevantes del presente y con proyección de seguir creciendo en los próximos años.
“El huevo no solo alimenta, sino que construye futuro para el sector avícola argentino, generando empleo, valor agregado y proyección internacional”, concluyó Prida.