Por Agroempresario.com
Durante el III Congreso Federal “Argentina Agrega Valor en Origen / Cumbre Mundial de la Bioeconomía”, organizado por Agroempresario.com y realizado el pasado 25 de agosto en el Hilton Hotel de Puerto Madero, Alberto Morelli, presidente del Grupo de Países Productores del Sur (GPS), ofreció una exposición detallada sobre el rol estratégico de Sudamérica en el abastecimiento global de alimentos y el posicionamiento del agro frente a los desafíos geopolíticos y ambientales.
La conferencia de Morelli estuvo marcada por una mirada integral y estratégica de la agroindustria regional, con énfasis en la sustentabilidad, la integración regional y la construcción de una voz común en foros internacionales.
Alberto Morelli es coordinador del Foro Argentino del Grupo de Países Productores del Sur (GPS), una red que reúne a especialistas e instituciones de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Su trayectoria en el sector agroalimentario comenzó en la cadena de maíz y sorgo de Argentina, de la que fue presidente durante tres períodos. Fue allí donde se gestó su participación fundacional en GPS en 2012.
Entre sus logros más destacados, fundó junto a productores de maíz de Estados Unidos, Brasil y México la alianza internacional Maizall, que hoy representa el 80% del comercio mundial de maíz.
GPS es una usina de pensamiento agroindustrial con una fuerte impronta de articulación público-privada. Se organiza a través de cuatro foros nacionales (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y tiene como objetivo generar contenidos, análisis y propuestas para políticas públicas sustentables.
“Estamos convencidos de que Sudamérica cumple y cumplirá un rol crucial para abastecer la creciente demanda mundial de alimentos”, afirmó Morelli.
Según datos presentados durante su ponencia, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay representan el 30% de las exportaciones netas de alimentos a nivel global, utilizando prácticas agronómicas sustentables.
En Argentina, GPS funciona como un programa especial del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y está integrado por instituciones clave como Maizar, la Fundación Producir Conservando, Bolsa de Cereales de Buenos Aires, entre otras.
Uno de los puntos centrales de la exposición de Morelli fue la transformación del contexto geopolítico y comercial internacional. Señaló que estamos asistiendo al “fin del multilateralismo”, con un claro debilitamiento del rol de la Organización Mundial del Comercio (OMC) desde 2019, cuando EE.UU., bajo la presidencia de Donald Trump, vetó el funcionamiento del órgano de apelaciones.
“No tener normas claras para la resolución de conflictos genera distorsiones en los mercados”, advirtió.
A esto se suman los conflictos regionales —como el de Ucrania y Rusia— y la creciente presión de normativas ambientales, muchas veces sin base científica, que impactan sobre los países productores de alimentos.
Con la vista puesta en la COP30 que se realizará en Belén (Brasil) en 2025, Morelli insistió en la necesidad de una participación activa del sector agroindustrial del Mercosur, para defender un mensaje claro:
“La agricultura de los países de Sudamérica no es el problema para el medio ambiente, sino justamente somos la solución”, resaltó.
Aunque anticipó limitaciones logísticas para una presencia fuerte del sector privado, llamó a preparar el terreno para la siguiente COP —probablemente en Australia— donde se espera una mayor discusión sobre temas agrícolas.
GPS produce dos tipos de documentos estratégicos:
Estos documentos están disponibles en la página web oficial: www.grupogps.org.
En Argentina, el Foro GPS mantiene reuniones periódicas con instituciones del agro para debatir temas de actualidad, convocar especialistas y construir consensos. También ha firmado convenios de cooperación con organizaciones como la Fundación Barbechando, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y próximamente con el Consejo Agroindustrial Argentino y la Fundación Producir Conservando.
Para cerrar, Morelli enfatizó que “trabajar en conjunto desde GPS nos da mayor capacidad de negociación que si lo hiciéramos de forma aislada”.
La integración regional, según remarcó, no solo mejora la competitividad, sino que también fortalece la proyección internacional de Sudamérica como polo agroalimentario sustentable, generador de empleo, capital social y riqueza.