Por Agroempresario.com
El ministro de Economía, Luis Caputo, mantiene una agenda intensa en Washington, donde busca cerrar un acuerdo financiero que permita sostener el plan de ajuste del gobierno de Javier Milei. Acompañado de funcionarios técnicos del Ministerio de Economía y en coordinación con Casa Rosada, Caputo ya mantuvo una primera ronda de negociaciones con Scott Bessent, secretario del Tesoro de los Estados Unidos.
El objetivo de la visita es claro: asegurar un salvataje económico que proteja las reservas del Banco Central, evite sobresaltos en los mercados y garantice la continuidad del programa económico libertario. La estrategia incluye el uso de Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, evitando el uso directo de fondos del Tesoro norteamericano, una medida que busca minimizar los costos políticos para la administración republicana.
Durante su visita, Caputo recibió un respaldo clave: el de Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, quien expresó públicamente su apoyo a las reformas estructurales encaradas por el gobierno argentino. “Trabajamos en estrecha colaboración con @USTreasury y otros socios para promover la estabilidad macroeconómica y el crecimiento”, publicó Georgieva en su cuenta oficial en X.
Sin embargo, este respaldo no es gratuito. Según fuentes cercanas a la negociación, la Casa Blanca, con el aval de Donald Trump, solicitó al gobierno argentino dos condiciones para avanzar con el financiamiento:
Un acuerdo político interno que contenga al kirchnerismo.
El enfriamiento total de las relaciones económicas con China, lo que implica dejar sin efecto futuros acuerdos comerciales y financieros con el gigante asiático.
Estas condiciones ya fueron aceptadas por Milei, y su implementación habría sido uno de los temas tratados en su reciente encuentro con Mauricio Macri, quien cumple un rol de interlocutor entre Milei y el entorno político de Trump.
Scott Bessent, secretario del Tesoro designado por la administración republicana, puso sobre la mesa un menú de opciones para respaldar al gobierno argentino:
Compra de bonos argentinos en dólares.
Crédito stand-by.
Swap por 20.000 millones de dólares.
Compra de deuda pública (primaria o secundaria).
Aunque el Fondo de Estabilización Cambiaria del Tesoro estadounidense dispone de 24.000 millones de dólares, la actual disputa presupuestaria entre Republicanos y Demócratas en el Capitolio limita su uso para operaciones externas. En este contexto, el recurso más viable son los DEG administrados por el FMI.
Trump, que en su primer mandato rechazó el uso de estos instrumentos, ahora evalúa usarlos para sostener a Milei sin comprometer recursos fiscales directos de EE.UU., lo que políticamente sería más fácil de justificar frente a una opinión pública crítica del gasto exterior.
El FMI ya trabaja en un informe técnico solicitado por el Tesoro estadounidense, necesario para que Bessent pueda justificar ante el Congreso el respaldo a Argentina. La burocracia del Fondo, en coordinación con Georgieva, se encuentra afinando los detalles para que los fondos puedan llegar sin fricciones institucionales.
Cabe destacar que si el salvataje financiero se extiende por más de seis meses, el Tesoro debe informar formalmente al Capitolio, lo cual obliga a tener toda la documentación en regla y alinear los intereses entre Washington, el FMI y Buenos Aires.
El respaldo de Trump a Milei no es solo ideológico. El expresidente norteamericano busca consolidar su influencia en América Latina en un momento clave de su campaña hacia 2026. En este marco, Macri se ha convertido en una pieza estratégica: hace semanas mantuvo una reunión informal con Trump en un evento deportivo en Nueva York, y más recientemente dialogó con funcionarios republicanos cercanos al expresidente.
En todos los encuentros, el mensaje fue claro: Trump apoyará a Milei si este logra tejer alianzas internas que impidan una victoria del kirchnerismo en las presidenciales de 2027.
La figura de Macri también fue clave para destrabar la interlocución entre Caputo y la dirección del FMI, ya que mantiene buenos vínculos tanto con Georgieva como con funcionarios del Departamento del Tesoro.
Desde Buenos Aires, Milei monitorea cada paso de su ministro. Anoche, participó en el Movistar Arena de un recital donde, entre bambalinas, intercambió mensajes directos con su equipo económico en Washington. La escena es elocuente del estilo libertario: entre guitarras eléctricas y emojis de fuego, se teje un acuerdo geopolítico de alto impacto para el futuro económico del país.
Mientras tanto, el gobierno avanza con su ajuste interno y la Ley de Bases, sabiendo que el éxito de las reformas depende en gran medida del oxígeno financiero que puedan garantizar Washington y el FMI.