La ganadería argentina sumó un nuevo hito en su proceso de internacionalización: Panamá aprobó el ingreso de genética bovina nacional, permitiendo la exportación de semen y embriones desde todo el territorio, incluso desde la zona libre de fiebre aftosa con vacunación.
La apertura representa un paso clave para los exportadores del rubro y responde al interés conjunto del sector privado argentino y de los importadores panameños, que ven en la genética nacional un producto competitivo y de alto valor biotecnológico.
La autorización fue posible luego de que Panamá aprobara el Certificado Veterinario Internacional (CVI) propuesto por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
Además, el país centroamericano realizó un análisis de riesgo sanitario y una auditoría técnica en agosto pasado a los centros argentinos de colecta de semen y embriones, los cuales fueron finalmente habilitados por las autoridades panameñas.
Este avance se enmarca dentro de la estrategia de internacionalización productiva impulsada por el SENASA, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación, que busca abrir nuevos mercados, eliminar barreras sanitarias y fortalecer la presencia argentina en el comercio global de genética animal.
El acuerdo con Panamá consolida la inserción argentina en Centroamérica, donde ya se exporta material genético a Belice y Costa Rica, y se trabaja activamente con otros países de la región como Guatemala, República Dominicana y México.
Durante 2025, la Argentina también abrió el mercado de Ecuador para el envío de embriones bovinos in vitro, lo que refuerza su liderazgo en innovación genética y comercio agropecuario.
La coordinación público-privada ha sido clave para posicionar la genética bovina argentina como un referente de calidad, productividad y adaptabilidad a distintos entornos agroecológicos.
Actualmente, el país exporta material genético bovino a todos los continentes, incluso hacia mercados donde no se aplica vacunación contra la fiebre aftosa, como parte de una estrategia que promueve la seguridad alimentaria y la autonomía ganadera de los países importadores.
Entre los principales destinos se destacan Paraguay, Uruguay, Brasil, Colombia, Bolivia y Canadá, además de China y la Unión Europea, dos de los mercados más exigentes en materia sanitaria y de trazabilidad.
El ingreso al mercado panameño refuerza la posición del país como exportador confiable y tecnológicamente avanzado, respaldado por un sistema sanitario sólido y por la capacidad de sus instituciones técnicas.
La genética bovina argentina continúa demostrando que su competitividad no solo se basa en la calidad del producto, sino también en su capacidad de abrir fronteras y generar confianza internacional.