En el sur de Santa Fe, a 350 kilómetros de Buenos Aires, el pequeño pueblo de Teodelina se convirtió en un destino destacado para el verano gracias a la pileta más grande del país. Con apenas 10.000 habitantes, el balneario El Edén recibe cada fin de semana de verano hasta 10.000 visitantes, que supera la población local y se consolida como el epicentro social y económico de la localidad.
La piscina, inaugurada en 1966, tiene 158 metros de largo por 50 de ancho y una profundidad promedio de 1,50 metros. Para llenarla se utilizan 13 millones de litros de agua salada extraída del subsuelo mediante bombas potentes. La idea surgió durante la construcción de la Ruta Provincial 94, cuando el ingeniero García propuso aprovechar la maquinaria vial para crear un espacio de recreación junto a la laguna El Chañar. Sin instrumentos de medición precisos, el ingeniero midió el terreno y contó 260 pasos de largo y 50 de ancho, para definir las dimensiones de la pileta que hoy atrae a turistas de toda la región y de Buenos Aires.
El balneario no se limita a la natación, sino que cuenta con parrillas, camping, canchas de fútbol, rugby y vóley, además de un escenario para recitales y festivales. La costanera de la laguna invita a pasear y disfrutar del atardecer, mientras que la plaza principal del pueblo, con sus pérgolas, complementa la experiencia. Durante la temporada, comercios locales como bares, carnicerías y almacenes se benefician del intenso flujo turístico. El acceso a la pileta es pago para adultos, mientras que los menores de 12 años ingresan gratis.
Para llegar a Teodelina desde Buenos Aires, los visitantes deben tomar la Panamericana, empalmar con la Ruta Nacional 8 hasta Colón, continuar por la Ruta Provincial 50 hasta General Arenales y luego por la Ruta Provincial 65 hasta el ingreso al pueblo, lo que garantiza un recorrido accesible que ha potenciado la afluencia turística año tras año.