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La compañía Enviroseed lleva adelante una ambiciosa iniciativa de investigación y desarrollo para reintroducir el cáñamo industrial en la matriz agroproductiva argentina. Según informó el portal TodoAgro, el proyecto busca aprovechar el potencial del cultivo como fuente de grano, fibra y biomasa, tres ejes que podrían dinamizar nuevas cadenas de valor sustentables en el país.
Desde 2024, la firma trabaja en un programa nacional de validación que abarca 12 nodos experimentales distribuidos en 10 provincias y diferentes ecorregiones, con el objetivo de establecer bases sólidas para una nueva industria de triple impacto: económico, ambiental y social.
El Ingeniero Mauro Corigliano, líder de Desarrollo de Enviroseed, explicó en diálogo con TodoAgro que el cáñamo representa una oportunidad estratégica frente a los desafíos del cambio climático y la transición hacia materiales sostenibles.
“Creemos en este grano como superalimento y fuente de proteína vegetal de calidad, además de sus fibras resistentes, fundamentales ante las nuevas exigencias del mercado”, señaló el referente.
Aunque el cáñamo (Cannabis sativa L.) fue cultivado en el país décadas atrás, su desarrollo se detuvo por restricciones legales y desconocimiento técnico. Hoy, con un nuevo marco regulatorio y el avance científico, el cultivo vuelve a posicionarse como una alternativa viable dentro de la agroindustria argentina.
Durante 2024, Enviroseed alcanzó hitos significativos en su programa: incorporó genéticas certificadas, firmó convenios con INTA, universidades y entes tecnológicos, y realizó siembras experimentales en distintas regiones del país. Además, la empresa estableció alianzas con firmas internacionales de genética y tecnología, y consolidó una red técnica y comunicacional en expansión.
Actualmente, se encuentra en plena segunda campaña de I+D+i, ampliando superficies de calibración y validación de maquinaria. “También estamos avanzando en el desarrollo de productos alimenticios derivados del cáñamo y biomateriales para la construcción y la industria maderera”, agregó Corigliano en declaraciones al medio.
El cáñamo se destaca por su versatilidad y bajo impacto ambiental. Sus semillas son un superalimento rico en proteínas y ácidos grasos esenciales; sus tallos se utilizan para producir fibras textiles, papel, aislantes y bioplásticos, y su cultivo contribuye a mejorar la salud del suelo con bajos requerimientos de insumos.
Estudios recientes indican que amplias zonas del centro y norte de Argentina presentan condiciones agroclimáticas óptimas para el desarrollo del cultivo. La Ley 27.669, que regula el cáñamo y el cannabis medicinal, abre además nuevas oportunidades para diversificar la producción, fortalecer economías regionales y acceder a mercados de alto valor agregado.
Con la vista puesta en la campaña 2025/2026, Enviroseed convoca a productores agropecuarios interesados en sumar el cáñamo a su rotación, participar en ensayos o incorporar nuevas alternativas de producción. La empresa también mantiene diálogo con industrias alimentarias, nutricionales y de biomateriales interesadas en abastecerse de grano o materias primas nacionales.
“El acompañamiento técnico integral, la vinculación con genética adaptada y el diseño de esquemas productivos escalables son parte de nuestra propuesta para generar valor desde el campo hasta el producto final”, remarcó Corigliano en la entrevista con TodoAgro.
