La provincia de La Pampa atraviesa una de las campañas más prometedoras de los últimos años, con proyecciones récord para el trigo y la cebada. Según estimaciones preliminares citadas por Infobae, la producción total de cultivos invernales alcanzaría 1,3 millones de toneladas, impulsada por excelentes rendimientos promedio que superan con amplitud los registros históricos.
Sin embargo, técnicos y productores advierten que el déficit hídrico y las bajas temperaturas de fines de octubre podrían recortar parcialmente ese potencial. Aun así, los números colocan a la actual campaña entre las más destacadas desde 2019, consolidando a La Pampa como una de las provincias con mejor desempeño en la región pampeana.
De acuerdo con los primeros relevamientos, el trigo muestra un rendimiento promedio provincial de 29 quintales por hectárea (qq/ha), lo que representa un aumento del 50% respecto a la campaña anterior. Con estos resultados, se espera alcanzar la mayor producción triguera registrada desde 2019/20, año en que comenzaron los registros de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA).
Los mejores rindes se concentran en las zonas de General Pico y Mauricio Mayer, donde los lotes alcanzan entre 40 y 50 qq/ha, superando con creces las medias provinciales. Este desempeño responde a buenas condiciones de implantación, lluvias oportunas en invierno y una adecuada sanidad del cultivo durante las etapas iniciales.
A pesar de las perspectivas alentadoras, casi la mitad de los lotes de trigo todavía transita fases críticas de alta demanda de agua, por lo que la evolución climática de las próximas semanas será determinante para confirmar los rendimientos estimados.
La cebada también presenta una campaña positiva. Según los datos difundidos por Infobae, el rendimiento promedio provincial ronda los 30 qq/ha, un 45% superior al ciclo previo. Este incremento consolida una tendencia ascendente en el cultivo, que viene ganando superficie en la provincia debido a su rentabilidad, adaptabilidad y demanda exportadora.
Los lotes más destacados se observan en zonas del norte y centro pampeano, donde las condiciones de humedad fueron más favorables. Sin embargo, los técnicos advirtieron que cerca de un cuarto de la superficie cultivada todavía se encuentra en etapas definitorias del llenado de grano, por lo que el comportamiento del clima será clave para mantener los valores proyectados.
El informe de Infobae señala que, pese a las buenas perspectivas generales, el déficit hídrico comenzó a afectar parte de los lotes en octubre. Aproximadamente la mitad de los técnicos zonales reportaron síntomas de estrés hídrico en las plantas, especialmente en áreas del oeste provincial, donde las lluvias fueron más escasas.
A este escenario se sumó un episodio de heladas tardías registradas el 27 y 28 de octubre, que impactaron sobre trigos en pleno período reproductivo y cebadas en llenado de grano. Estos eventos pueden causar esterilidad parcial o total en las espiguillas, reduciendo el número de granos por espiga y, en consecuencia, el rendimiento final.

El impacto de las bajas temperaturas aún se encuentra en evaluación por parte de los técnicos, por lo que las proyecciones actuales podrían sufrir ajustes en los próximos relevamientos. De todos modos, los especialistas coinciden en que las pérdidas serían parciales y no alterarían el excelente balance general de la campaña.
Entre las causas del buen desempeño, los analistas destacan la mejor oferta hídrica durante el invierno, las buenas condiciones de siembra y la adopción de tecnología, tanto en el manejo de fertilización como en el uso de variedades adaptadas a las condiciones locales.
La Pampa, tradicionalmente más vulnerable a las oscilaciones climáticas que otras provincias pampeanas, capitaliza las lluvias invernales y un manejo agronómico eficiente que permitió lograr una cobertura vegetal óptima al inicio de la primavera.
Además, el mayor acceso a herramientas de financiamiento y seguros agrícolas incentivó la inversión en cultivos invernales, un factor que también se refleja en la expansión de la superficie sembrada respecto del año pasado.
Si se confirman las proyecciones de 1,3 millones de toneladas, La Pampa alcanzaría su máximo volumen productivo en los últimos seis años, consolidando un crecimiento sostenido en la producción fina.
Según estimaciones de la BCCBA citadas por Infobae, la superficie destinada a trigo y cebada supera las 450.000 hectáreas, con una participación creciente de pequeños y medianos productores que diversifican su rotación con cultivos de invierno.
En términos económicos, la campaña podría representar ingresos brutos superiores a los 250 millones de dólares para la provincia, dependiendo de la evolución de los precios internacionales y de los costos logísticos. Este desempeño ubica al sector agropecuario pampeano como uno de los motores clave de la economía regional.
A pesar del optimismo, los técnicos advierten que las condiciones hídricas siguen siendo frágiles. En varias zonas del oeste, los perfiles de suelo permanecen por debajo de los niveles óptimos, y las reservas de agua son insuficientes para garantizar un cierre de ciclo sin estrés.
Otro factor de riesgo es el impacto del frío tardío, que podría afectar la calidad comercial del grano, especialmente en cebada cervecera, donde la homogeneidad y el peso específico son determinantes para la exportación.
Además, la variabilidad climática asociada al fenómeno La Niña, que podría retornar durante el verano, mantiene en alerta a los productores respecto de la próxima campaña gruesa.
Los analistas coinciden en que, más allá de los riesgos, la campaña final 2025/26 marca un punto de inflexión positivo para el agro pampeano. Si se mantiene la tendencia de buenos rindes y estabilidad de precios, la provincia podría consolidarse como un polo productor de granos de calidad, con creciente participación en los mercados nacionales e internacionales.
En ese contexto, el desafío será aprovechar el potencial de esta cosecha récord para fortalecer la infraestructura rural, promover la industrialización local del grano y generar valor agregado en origen.
“El escenario actual muestra la resiliencia y la capacidad productiva del campo pampeano, incluso en contextos climáticos adversos”, sintetizaron los técnicos consultados por Infobae.
La expectativa del sector es que las condiciones del cierre de noviembre acompañen para asegurar el pleno rendimiento de los lotes y confirmar los números históricos que hoy ilusionan a los productores de toda la provincia.