El Gobierno nacional eliminó las retenciones al petróleo convencional, un tributo que alcanzaba el 8%, en un acuerdo firmado este martes entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, que será extendido al resto de las provincias productoras. La medida, anunciada el 18 de noviembre en Buenos Aires, busca sostener la actividad en cuencas maduras, incentivar nuevas inversiones y frenar la caída natural de la producción, según confirmaron fuentes del sector a Forbes.
El convenio establece que las empresas deberán reinvertir la totalidad del ahorro fiscal, estimado en USD 370 millones, mientras que las provincias acompañarán con una reducción de regalías y cánones para generar condiciones más competitivas. El Gobierno considera que esta decisión forma parte de una estrategia más amplia de alivio impositivo orientada al sector energético, en línea con las medidas anunciadas esta semana para la industria de aceites lubricantes.
La eliminación de retenciones al crudo convencional se posiciona como un gesto político hacia las provincias petroleras, especialmente Chubut, Santa Cruz y Mendoza, cuyos yacimientos maduros enfrentan desde hace años un incremento en costos operativos y una merma sostenida en la producción. A diferencia del shale de Vaca Muerta, que continúa tributando el derecho de exportación, las cuencas convencionales operan bajo condiciones menos competitivas y con mayor necesidad de estímulos fiscales para mantener su desarrollo.
Torres celebró el acuerdo al considerar que representa un cambio estructural para una región históricamente atravesada por la actividad hidrocarburífera. “La eliminación de retenciones representa la tercera inversión más importante de la Cuenca del Golfo San Jorge. Esto significa más actividad, más producción y, sobre todo, más empleo para miles de familias que viven del trabajo energético en nuestra provincia”, afirmó el mandatario chubutense, en una declaración incluida en el comunicado oficial.
Desde las empresas señalaron a Forbes que la medida permitirá ralentizar el declino natural de la cuenca, un fenómeno que obligaría, de no mediar una corrección, a importar petróleo convencional o crudo pesado en el mediano plazo. “Lo que hacés es ralentizar el declino natural de la cuenca. En lugar de empezar a importar petróleo convencional o crudo pesado, con esta medida lo podés sostener por más tiempo y corrés ese deadline”, indicaron desde el sector.

El sector petrolero convencional en Argentina atraviesa una etapa de madurez avanzada, especialmente en la Cuenca del Golfo San Jorge, donde la extracción requiere técnicas secundarias y terciarias, más complejas y costosas que las utilizadas en desarrollos no convencionales. La carga impositiva se había convertido en uno de los principales reclamos de las operadoras y de los gremios, que advertían sobre la necesidad de un esquema diferencial.
La decisión del Gobierno implica un reconocimiento explícito de esa problemática. En términos fiscales, la baja de derechos de exportación representa un incentivo directo para la inversión en recuperación secundaria y terciaria, prácticas esenciales para extender la vida útil de los yacimientos. Además, permite que las provincias mantengan los niveles de producción y empleo en territorios donde la actividad petrolera es un motor económico central.
En paralelo, la administración nacional apunta a reforzar el vínculo con los gobernadores, en un contexto en el que las negociaciones por el Presupuesto 2026 y la discusión por la coparticipación mantienen tensiones abiertas. El acuerdo con Chubut, según indicaron fuentes oficiales, será replicado en los próximos días con el resto de los mandatarios de provincias productoras, configurando un paquete integral de estímulos que combina beneficios fiscales nacionales y medidas de apoyo locales.
La eliminación de retenciones al crudo convencional se suma a la quita del impuesto para las exportaciones de aceites lubricantes y líquidos para motores, anunciada el lunes. Estos productos acumularon ventas externas por USD 64 millones durante el año, y el Gobierno considera que la reducción de cargas permitirá una mayor competitividad en mercados internacionales.
En su comunicado, el Poder Ejecutivo sostuvo que “el Gobierno Nacional continúa avanzando en la reducción de la carga impositiva sobre la producción y las exportaciones de energía, con el objetivo de aliviar al sector privado, promover nuevas inversiones y consolidar un crecimiento sostenido basado en reglas claras y previsibles”.
De esta manera, la administración busca instalar un mensaje de confianza y previsibilidad dirigido tanto a las empresas como a los gobiernos provinciales, en un contexto de desaceleración económica y necesidad de captar inversiones para sostener el nivel de actividad.
Si bien la mayor parte de las inversiones energéticas recientes se concentran en la formación Vaca Muerta, que continúa tributando derechos de exportación, el Gobierno decidió establecer un tratamiento diferencial entre el shale y las cuencas convencionales. En la práctica, esta distinción reconoce que la competitividad del no convencional —por tecnología, escala y productividad— contrasta con las dificultades de yacimientos maduros que enfrentan crecientes costos operativos.
La importancia de sostener la producción convencional radica también en el equilibrio energético nacional. Aunque el shale tiene un peso creciente, el crudo convencional sigue siendo relevante para el mercado doméstico y para determinadas refinerías que requieren mezclas específicas. Mantener el volumen de extracción evita presión sobre las importaciones y contribuye a consolidar la balanza energética.
El acuerdo con Chubut fue bien recibido por las operadoras, que desde hace años plantean la necesidad de alivios fiscales para sostener la actividad. Representantes del sector, consultados por Forbes, señalaron que la medida podría abrir una nueva etapa de inversiones, especialmente en proyectos de recuperación mejorada.
En el plano político, el entendimiento con Torres se interpreta como un gesto de distensión hacia los gobernadores patagónicos, quienes habían manifestado preocupación por la caída en la recaudación provincial derivada de la menor producción. La reducción de regalías que incluye el acuerdo se compensaría con el incremento de actividad generado por la reinversión obligatoria de los fondos.
El Gobierno confirmó que en los próximos días firmará acuerdos similares con Santa Cruz, Mendoza y otras jurisdicciones con producción convencional significativa. El objetivo es establecer un marco homogéneo que compense las diferencias estructurales entre las cuencas y habilite un mayor nivel de previsibilidad para el sector.
Con este paquete de medidas, la administración nacional busca consolidar un horizonte de negocios para la industria energética, reducir cargas fiscales consideradas distorsivas y generar condiciones para un crecimiento sostenido basado en inversión privada y cooperación federal.