El ministro de Economía y Producción de Tucumán, Daniel Abad, presentó este jueves en la Legislatura provincial los principales lineamientos del Presupuesto 2026, en una reunión realizada en la Comisión de Hacienda y Presupuesto y que reunió a representantes de todos los bloques. La exposición se convirtió en un punto clave del proceso de análisis previo al debate en el recinto, previsto para el 4 de diciembre, debido a que el proyecto contempla un fuerte incremento del gasto social y de inversión pública, y un superávit calculado en $708 millones.
El encuentro fue encabezado por el legislador Carlos Gallia, presidente de la comisión, y se desarrolló luego de una reunión institucional entre Abad, el vicegobernador a cargo del Ejecutivo Miguel Acevedo, el presidente subrogante de la Cámara Sergio Mansilla y el propio Gallia. Allí coordinaron la agenda legislativa y repasaron los componentes centrales de la denominada “Ley Madre”, que ordenará la administración provincial durante el próximo ejercicio fiscal.
Según expuso el ministro, el Presupuesto 2026 proyecta erogaciones por casi $5 mil billones, con incrementos especialmente marcados en seguridad, educación, salud, desarrollo social y obras públicas, áreas que el gobernador Osvaldo Jaldo definió como prioritarias. Abad remarcó que la propuesta oficial “no implica ninguna disminución de partidas”, sino que representa “un aumento del 14% respecto de lo ejecutado este año”, con subas por encima del promedio en los sectores sociales estratégicos.
Durante la reunión, de la que participaron los legisladores Francisco Serra, Sara Lazarte, Manuel Courel, Carlos Najar, Hugo Ledesma, Agustín Romano Norri, Ernesto Gómez Gómez Rossi, Eduardo Verón Guerra, Raquel Nieva, José Seleme, Walter Berarducci, Carolina Vargas Aignasse, José Cano, Silvia Elías de Pérez, José Macome, Adriana Najar y el prosecretario legislativo Alejandro Martínez, se desplegó una extensa ronda de consultas sobre el diseño macroeconómico del proyecto y la razonabilidad de las variables utilizadas para proyectar el gasto y los ingresos.

Abad sostuvo que cada ejercicio presupuestario se formula “con criterios prudentes y parámetros responsables”, y que este año se mantuvo la mecánica de diálogo con los legisladores para aclarar dudas técnicas, metodológicas y comparativas respecto del año anterior. En esa línea, detalló que salud tendrá un crecimiento nominal significativo: “Pasa de 300 mil a 350 mil millones”, subrayó, para remarcar que se trata de “mucha inversión para sostener los servicios esenciales” en hospitales, centros de atención y programas prioritarios.
Otro eje fuerte es la inversión en obras públicas, donde el funcionario anunció que la provincia llevará su nivel de gasto del 3% al casi 8%, estimado en alrededor de 450 millones de dólares. Entre las obras mencionadas figuran proyectos de infraestructura urbana e hídrica, como el Acueducto Vipos, iniciativas habitacionales asociadas al Procrear, ampliaciones energéticas como la doble terna Bracho–Villa Quinteros, y la remodelación del aeropuerto, considerada estratégica en términos de conectividad y competitividad regional.
Gallia destacó que los legisladores contaban con un cuadernillo resumen con las principales cifras del presupuesto, lo que permitió que la exposición del ministro se centrara en responder inquietudes puntuales. “Todas las preguntas fueron contestadas”, afirmó, lo que a su juicio da un marco de previsibilidad suficiente para que el dictamen se trate en la fecha establecida. Según su evaluación, existe un “99% de probabilidad de aprobación” en el recinto, dado que los representantes de los distintos bloques “se fueron conformes y con todas las dudas evacuadas”.
Las consultas legislativas se enfocaron principalmente en los supuestos macroeconómicos con los que el Poder Ejecutivo proyectó la evolución de la economía en 2026: nivel de actividad, inflación, tipo de cambio y recaudación. Gallia explicó que el presupuesto opera como una “hoja de ruta” que orienta la gestión y ordena prioridades, pero que su éxito depende de la ejecución y de la capacidad de adaptación ante eventuales cambios del entorno nacional. En este punto, recordó que los ejercicios anteriores fueron ejecutados “de manera correcta”, lo que brinda un antecedente favorable respecto de la solidez de las proyecciones oficiales.
Más allá de las cifras puntuales, uno de los puntos de interés fue la composición del gasto y el énfasis en políticas consideradas sensibles por el oficialismo. Tanto Abad como Gallia remarcaron que salud, educación, seguridad y desarrollo social se consolidan como los pilares para 2026, reflejando decisiones políticas más amplias vinculadas al fortalecimiento del Estado provincial. En particular, se señaló que la seguridad incorpora fondos para infraestructura, equipamiento y personal, mientras que educación prevé refuerzos para programas de formación docente y mantenimiento edilicio.
En paralelo, el Ministerio de Economía impulsó una estrategia de financiamiento que combina recursos propios y fondos nacionales, pese a que los legisladores indagaron acerca de la volatilidad del contexto económico argentino y las posibles tensiones presupuestarias que podrían emerger en 2026. Abad respondió que el presupuesto “se construye sobre información disponible y proyecciones razonables”, y que la administración provincial se mantendrá atenta a eventuales modificaciones del escenario económico para realizar los ajustes necesarios.
El clima político de la reunión fue otro elemento destacado por los presentes. La participación de legisladores de diferentes espacios permitió un intercambio sin sobresaltos, en el que sobresalieron consultas técnicas antes que disputas partidarias. El ministro Abad valoró esta dinámica, al señalar que cada año acude al recinto para “evacuar las consultas de los legisladores” y que este proceso contribuye a mejorar la calidad institucional del debate presupuestario.
El tratamiento en el recinto del Presupuesto 2026 será un paso decisivo para la planificación del próximo año administrativo, en un contexto provincial que busca equilibrar sus cuentas sin resignar inversión ni gasto social. El oficialismo confía en que el proyecto avanzará con acompañamiento mayoritario, mientras que la oposición analiza los detalles finales del documento entregado por el Ejecutivo, a partir del cual definirá su postura en la votación.