El Banco Mundial, a través de la Corporación Financiera Internacional (CFI), firmó un acuerdo de colaboración con McEwen Copper Inc. y Andes Corporación Minera (ACMSA) para fortalecer el estándar ambiental del proyecto cuprífero Los Azules, ubicado en Calingasta, provincia de San Juan, según informó Economía Sustentable. El entendimiento, anunciado esta semana, es relevante porque se trata del primer proyecto minero argentino concebido bajo criterios de minería regenerativa y proyecta una inversión total de u$s2.700 millones.
El objetivo central es desarrollar una operación capaz de producir cátodos de cobre de alta pureza, abastecida íntegramente con energías renovables y con un plan para alcanzar la neutralidad de carbono en 2038. El acuerdo prevé asistencia técnica del organismo internacional para la evaluación ambiental y social del proyecto, considerado uno de los diez mayores depósitos de cobre del mundo sin desarrollar.
La participación de la CFI busca elevar la calidad de los estudios de impacto ambiental, garantizar el cumplimiento de estándares internacionales y acompañar una iniciativa que apunta a posicionar a la Argentina como un actor relevante en la oferta global de minerales críticos para la transición energética.

El convenio incluye un acompañamiento técnico en cinco etapas vinculadas a la identificación de riesgos ambientales y sociales, la adecuación de los planes de mitigación y la elaboración de un Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS) bajo normas de la CFI. La primera fase comprende una visita al sitio y una evaluación preliminar de los potenciales efectos sobre ecosistemas, recursos hídricos y comunidades locales.
De acuerdo con lo consignado por Economía Sustentable, el organismo también evaluará la consistencia de los planes de McEwen Copper con sus estándares operativos y recomendará correcciones cuando corresponda. Una de las etapas centrales será la definición de los términos de referencia para contratar a la consultora encargada del estudio ambiental integral, requisito indispensable para atraer financiamiento internacional.
El presidente de McEwen Inc., Rob McEwen, calificó al acuerdo como “una hoja de ruta para el futuro de la minería del cobre que marca el inicio de un plan para un activo de larga vida útil, destinado a cumplir un rol central en la transición hacia la energía limpia”, citó Economía Sustentable. Por su parte, Michael Meding, vicepresidente de McEwen Copper y gerente general del proyecto, destacó que la compañía logró transformar “el potencial geológico en un plan de desarrollo claro y ejecutable”, según indicó el mismo medio.

A diferencia de los modelos tradicionales, Los Azules fue concebido desde su diseño para reducir el impacto ambiental, utilizar recursos de manera eficiente y dejar una huella positiva en el ecosistema. El proyecto aspira a operar con consumo mínimo de agua, un insumo especialmente crítico en zonas cordilleranas, y adoptar un esquema 100% renovable, reemplazando combustibles fósiles mediante electrificación.
La minería regenerativa es un concepto emergente que busca rehabilitar suelos, restaurar biodiversidad, minimizar emisiones y generar beneficios ambientales adicionales en los territorios donde se desarrolla. Es una visión que se alinea con la demanda de minerales necesarios para la transición energética global, pero con parámetros operativos más exigentes.
En este sentido, Los Azules se presenta como el primer proyecto argentino de gran escala planificado desde cero bajo estos criterios, lo que podría transformarlo en un caso testigo para el sector minero regional.
Ubicado a más de 3.500 metros de altura, cerca de la frontera con Chile, Los Azules cuenta con un recurso estimado de 10.900 millones de libras de cobre en la categoría indicada y 26.700 millones en la inferida. Su vida útil proyectada supera los 27 años y se prevé que las exportaciones podrían llegar a u$s1.000 millones anuales, conforme a los estudios de McEwen Copper citados por Economía Sustentable.

La inversión principal —unos u$s2.700 millones— será canalizada a través del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), incluido en la Ley Bases, que ofrece beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios para proyectos superiores a los u$s200 millones, con estabilidad tributaria por 30 años. La adhesión al régimen fue respaldada por el ministro de Economía, Luis Caputo, en el marco de un paquete de iniciativas que en conjunto suman más de u$s15.700 millones en minería, energía y siderurgia.
La etapa inicial de Los Azules ya requirió u$s227 millones, destinados a estudios de factibilidad y trabajos exploratorios, a los que se sumarán los fondos necesarios para la construcción de la mina y su infraestructura asociada.
El cobre es un insumo clave para la electrificación y para industrias como la movilidad sostenible, la infraestructura digital, la generación renovable y el almacenamiento energético. La Agencia Internacional de la Energía proyecta un crecimiento sostenido de la demanda global, impulsado por la expansión de redes eléctricas y la fabricación de autos eléctricos.
Este panorama convierte al proyecto sanjuanino en una pieza estratégica para diversificar la oferta mundial y fortalecer la presencia argentina en cadenas de valor vinculadas a tecnologías limpias. La combinación de recurso geológico, enfoque ambiental innovador y respaldo institucional del Banco Mundial posiciona a Los Azules con ventaja en la competencia por inversiones globales.

La intervención de la CFI no implica automáticamente un desembolso de financiamiento, pero sí un paso clave para estructurar eventuales préstamos y atraer capital privado. El organismo ha acompañado históricamente proyectos que combinan impacto económico, estándares ambientales elevados y desarrollo social para las comunidades cercanas.
Con este acuerdo, el Banco Mundial contribuye a que la Argentina avance hacia una minería más sostenible, en un contexto de creciente demanda de minerales críticos y expectativas de inversión externa. En paralelo, el proyecto promete empleo, infraestructura y divisas para una provincia con fuerte tradición minera como San Juan.
El desarrollo de Los Azules se encamina así a convertirse en un hito: el primer proyecto cuprífero regenerativo del país y uno de los más ambiciosos de la región, tanto por su escala como por su innovación ambiental.