JP Morgan advirtió que Vaca Muerta se posicionó como uno de los polos de crecimiento petrolero más dinámicos del mundo, al proyectar este miércoles que Argentina incrementará su producción en hasta 150.000 barriles diarios por año entre 2026 y 2027, según su último panorama energético. El reporte, divulgado por la entidad financiera en Estados Unidos, atribuye este salto a obras clave de infraestructura, a la estabilidad regulatoria y a un escenario global de mayor oferta que reconfigura el mapa energético.
De acuerdo con el informe, la cuenca neuquina transita una fase de expansión “escalable y de bajo costo”, impulsada por la consolidación del shale como principal motor de la oferta nacional. El documento detalla que la producción argentina creció a ritmos anuales de 120.000 a 150.000 barriles diarios tras los cambios regulatorios impulsados por el Gobierno de Javier Milei, lo que revirtió años de estancamiento en el sector.
La entidad precisó que la producción diaria de Vaca Muerta alcanzó 551.000 barriles en septiembre y podría superar el millón de barriles por día en cinco años, siempre que se mantenga el ritmo de inversiones y obras en marcha. Buena parte de este volumen tendrá como destino el mercado externo gracias a un nuevo oleoducto de 350 millas y a la próxima entrada en operación de una terminal exportadora dedicada, lo que genera “visibilidad excepcional” sobre la disponibilidad futura de barriles no convencionales.
El crecimiento proyectado no se explica solo por la productividad del shale, sino por un salto estructural en el transporte y la logística. El informe identifica dos proyectos estratégicos:
Duplicar Norte, que conectará áreas del norte de Vaca Muerta y ampliará la evacuación de crudo. Iniciará operaciones a fines de 2026 con 220.000 barriles diarios, aumentará a 300.000 y luego a 500.000.
Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), liderado por YPF, que enviará hasta 550.000 barriles diarios a una terminal en Punta Colorada. Comenzará con 180.000 barriles diarios en 2026, subirá a 380.000 en marzo de 2027 y alcanzará plena capacidad a mediados de ese año.
La combinación de ambos sistemas elevará la capacidad total de evacuación a 1,3 millones de barriles por día, creando un corredor de exportación comparable con cuencas integradas a los grandes mercados globales. Para JP Morgan, esta infraestructura permitirá mantener el crecimiento sin enfrentar los tradicionales cuellos de botella internos y compensará la declinación de yacimientos convencionales.
El banco sitúa el caso argentino en un contexto global marcado por una expansión acelerada de la oferta de crudo. En su previsión, la demanda aumentará 0,9 millones de barriles diarios en 2026 y 1,2 millones en 2027, mientras que el suministro crecerá a un ritmo mayor.
Entre los principales motores del crecimiento no OPEP+, la entidad ubica a Brasil, Guyana, Estados Unidos, Canadá, Noruega y Argentina, tanto por proyectos offshore como por desarrollos de shale. En este escenario, prevé que el superávit mundial alcanzará 2,8 millones de barriles diarios en 2026, presionando los precios del Brent hacia valores por debajo de USD 60 el próximo año y cercanos a USD 40 en 2027.
JP Morgan advierte que este nivel de precios podría desencadenar sanciones más estrictas de Estados Unidos sobre Rusia e Irán, además de generar recortes involuntarios en países con costos más altos. En Rusia, por ejemplo, los costos totales rondan los USD 42 por barril, lo que reduce márgenes si los precios caen por debajo de esa cifra.
La baja en los precios internacionales afectaría proyectos con breakeven elevado, como los de Colombia, Ecuador y parte del shale estadounidense. En Argentina, donde los costos de equilibrio de Vaca Muerta oscilan entre USD 45 y USD 55, un Brent deprimido podría frenar nuevas perforaciones y completamientos.
Sin embargo, la entidad sostiene que la competitividad del shale neuquino, sumada a la ampliación de infraestructura, ofrece un horizonte de estabilidad relativa. Las mejoras técnicas —mayor utilización de perforación de múltiples pozos y ramas laterales de más de tres kilómetros— sustentan esa ventaja estructural.
El reporte también destaca el rol de los inventarios. En 2025 crecieron 1,6 millones de barriles diarios, impulsados por más crudo en tránsito y por el incremento de existencias en China, que continúa acumulando reservas comerciales y estratégicas. JP Morgan estima que los inventarios chinos podrían alcanzar 1.500 millones de barriles en 2026, lo que prolongaría la presión bajista sobre los precios.
A pesar de ese entorno desafiante, el banco considera —según publicó Infobae— que Argentina logró estabilizar un sendero de desarrollo apoyado en la creciente productividad del shale y en un marco regulatorio más previsible. En su evaluación final, la entidad sostiene que Vaca Muerta ya se consolidó como uno de los yacimientos no convencionales más competitivos del mundo por fuera de Estados Unidos, con una industria nacional que “gana integración, previsibilidad y peso creciente” en la oferta no OPEP+.