GeoPark confirmó que invertirá entre 80 y 100 millones de dólares en Vaca Muerta en 2026, en el marco de su Programa de Trabajo para el próximo año, que prevé un gasto total de capital de 190 a 220 millones de dólares. La decisión, anunciada por la compañía como parte de su hoja de ruta hasta 2028, implica un avance clave en la expansión de sus operaciones en Argentina tras la integración de los bloques Loma Jarillosa Este y Puesto Silva Oeste. El objetivo central es aumentar la producción y acelerar el desarrollo de shale, consolidando a la firma como un actor relevante en el crecimiento energético regional.
La empresa proyecta una producción total de 27.000 a 30.000 barriles equivalentes de petróleo por día (boepd) durante 2026, repartidos entre Colombia (24.500-26.000 boepd) y Vaca Muerta (2.500-4.000 boepd). Según estimaciones internas, la mezcla productiva será 97% petróleo y 3% gas natural, con apenas un 12% de desarrollo no convencional y un 88% convencional. Esos márgenes muestran que, pese al avance de Vaca Muerta, todavía existe un amplio terreno para expandir el componente shale en la matriz operativa.
El desembolso estipulado para Vaca Muerta formará parte de una estrategia de expansión acelerada. El plan prevé perforar cinco pozos en los bloques mencionados, aplicar fracking, iniciar la puesta en marcha de un pad completo con cinco unidades operativas, instalar rod pumps en tres pozos, mejorar las instalaciones en Loma Jarillosa Este y avanzar en permisos y habilitaciones para Puesto Silva Oeste y las facilidades compartidas. Cada uno de estos pasos es considerado clave para anticipar volúmenes de extracción que, originalmente, la compañía esperaba alcanzar recién en 2027.
La firma subrayó que el crecimiento previsto es posible gracias a los avances en perforación logrados durante 2025. Ese desempeño permitió adelantar un año el salto productivo esperado: con el nuevo esquema, GeoPark estima que en 2026 la tasa de salida puede ubicarse en 5.000–6.000 barriles diarios, fortaleciendo la proyección de flujo de caja y la sustentabilidad operativa de mediano plazo.
Desde la conducción de la empresa, el Chief Executive Officer (CEO), Felipe Bayon, sostuvo que la hoja de ruta es clara y que el foco está puesto en consolidar el crecimiento tanto en Colombia como en Argentina. En su perspectiva, el desarrollo argentino representa un eje estratégico para el futuro escalamiento de la compañía. “Nuestra estrategia es clara: fortalecer y maximizar nuestra plataforma base en Colombia y construir un nuevo motor de crecimiento de largo plazo en Argentina”, expresó al presentar los lineamientos del plan corporativo.
El ejecutivo añadió que el ejercicio previsto para 2026 está diseñado para equilibrar la generación de caja inmediata con inversiones que permitan transformar la escala productiva y diversificar los flujos energéticos de la compañía. Ese redireccionamiento supone, según Bayon, una etapa de transición que habilita un desarrollo operativo más robusto y con mayor resiliencia frente a variaciones de mercado. También señaló que el desempeño registrado en 2025 permitió acelerar definiciones y encarar con mayor solidez el plan para el año siguiente.

En paralelo al avance argentino, la empresa remarcó los logros alcanzados en la operación colombiana. Durante 2025 se evidenció un punto de inflexión en la producción, apoyado en iniciativas de recobro mejorado, mejoras en eficiencia operativa y un desempeño sostenido de los pozos. Esa evolución le permitió reforzar la plataforma productiva y proyectar incrementos adicionales para 2026. Para GeoPark, la sinergia entre ambos países será fundamental para cumplir sus metas hasta 2028.
Un argumento central del plan estratégico es el aumento de reservas. GeoPark informó que logró un crecimiento sustancial del 22% en reservas 2P OOIP, lo que equivale a 206 millones de barriles, según certificaciones de DeGolyer and MacNaughton (D&M). Este incremento consolida una base más robusta para sostener futuras expansiones, optimizar el desarrollo de activos y mejorar la capacidad de respuesta ante demandas crecientes de petróleo no convencional. Las reservas certificadas representan el sustento técnico que permite elevar previsiones y sostener la expectativa de un crecimiento superior al 60% hacia 2028.
A la par, la certificación de reservas realizada en 2025 reflejó un aumento interanual del 38% en reservas 2P, elevando la vida útil proyectada a 12,7 años. La compañía consideró estos resultados como un indicador de solidez operativa y visibilidad de producción a largo plazo, factores que respaldan las inversiones previstas y refuerzan la expectativa de continuidad de los planes energéticos.
El desarrollo en Vaca Muerta se inscribe en un escenario internacional donde las petroleras que buscan expandir su matriz de producción shale observan el yacimiento argentino como uno de los focos más competitivos del hemisferio occidental. La convergencia entre costos, capacidad técnica y proyección de exportación complejiza el panorama y habilita oportunidades para escalar la producción. En ese marco, la apuesta de GeoPark aparece como parte de un ciclo de inversiones que podría ampliarse si los resultados de los primeros pozos cumplen con los rendimientos estimados.
El avance de infraestructura será decisivo para sostener mayores volúmenes. La perforación acelerada, el fracking programado y la instalación de sistemas de levante artificial (como rod pumps) permitirán estabilizar la producción inicial y evitar caídas abruptas en pozos con altas tasas de declinación. La compañía enfatizó que estos procesos serán implementados con estándares que priorizan eficiencia, seguridad operativa y optimización de costos.
Hacia 2028, el plan de la petrolera proyecta un crecimiento acumulado superior al 60% respecto a los volúmenes actuales. Para lograrlo, será necesario no solo completar el cronograma de pozos previsto, sino también sostener el ritmo de perforación y habilitación de infraestructura. La expansión del clúster argentino de GeoPark podría habilitar nuevos pads de producción si las métricas técnicas, los tiempos de fractura y la productividad del shale responden según los parámetros proyectados.
La decisión de acelerar inversiones en Argentina llega en un contexto global marcado por la búsqueda de nuevos polos productivos que garanticen suministro estable. En ese marco, Vaca Muerta continúa consolidándose como una de las formaciones con mayor proyección por volumen, capacidad de escalamiento y costos competitivos. Para la compañía, Argentina aparece no solo como un destino de exploración, sino como una plataforma para expansión en petróleo no convencional, destinada a sostener su crecimiento operativo en el mediano y largo plazo.
La apuesta de GeoPark exhibe una hoja de ruta ambiciosa y un compromiso de inversión sostenido que, si se cristaliza según lo previsto, podría consolidar su presencia en el sector energético regional. El 2026 será un año definitorio: los pozos perforados, la velocidad de puesta en producción y el desempeño inicial serán las variables que determinarán la escala del crecimiento proyectado. Según detalló el medio especializado energíaon, este plan forma parte de una estrategia de expansión que apunta a acelerar el ritmo de desarrollo y fortalecer el posicionamiento de la compañía en Vaca Muerta.