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Este miércoles 10 de diciembre, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) dará a conocer su decisión sobre la tasa de los fondos federales, en un evento seguido de cerca por los mercados internacionales y especialmente por economías emergentes como la Argentina, que aspira a colocar nuevos bonos soberanos en el mercado externo durante 2026. La relevancia del anuncio radica no solo en la posible baja de un cuarto de punto porcentual, como anticipan los analistas, sino en las señales que el presidente de la entidad, Jerome Powell, transmitirá en la conferencia de prensa a las 15:30 hora argentina, sobre la dinámica económica futura y la política monetaria bajo la próxima administración.
Según destacan especialistas, la reducción de tasas en Estados Unidos podría favorecer a la Argentina al abaratar el crédito externo y generar un dólar más débil frente a otras monedas de referencia, lo que impacta positivamente en los precios de las commodities valuadas en dólares. “Menores rendimientos en el sistema financiero ayudan a volver más accesible el crédito externo, en momentos en los cuales Argentina aspira a colocar nuevos bonos soberanos en el mercado internacional”, explicó un informe de Balanz Capital.
El efecto sobre los precios de materias primas también es significativo. Un dólar más débil suele presionar al alza las cotizaciones del oro, que en 2025 registra un incremento cercano al 62%, y contribuye a mantener elevados los precios de las exportaciones agrícolas e industriales argentinas, incluyendo el sector energético, según coinciden analistas del mercado.
El mercado anticipa que la tasa de los fondos federales, actualmente entre 3,75% y 4% anual, podría experimentar un recorte de 25 puntos básicos, aunque la atención de los inversores se centra en el lenguaje de Powell y las proyecciones económicas, que definirán si la Fed mantiene una postura cautelosa frente a la inflación o muestra flexibilidad para futuros recortes.
Para los expertos, un sendero de baja de tasas en Estados Unidos puede dar impulso a la actividad económica global. “Este contexto de crecimiento generalizado a nivel global, junto con unas condiciones financieras estabilizadas, son buenas noticias para la renta variable en términos generales y podrían alimentar la continuidad del rally a nivel global”, señalaron desde Balanz Capital.
El debate sobre la política de tasas no se limita al corto plazo. La administración de Donald Trump busca reducir los costos de los préstamos, especialmente en el sector inmobiliario, con el objetivo de mejorar la accesibilidad de bienes y servicios y fortalecer el consumo, un factor clave de cara a las elecciones de medio mandato. Sin embargo, esta presión podría generar tensiones para la Fed, dado que los indicadores económicos muestran crecimiento sostenido y una inflación persistente por encima del objetivo del 2%.
James Engelhof, analista de BNP Paribas, señaló que “independientemente de quién dirija la Fed, en primer orden la política monetaria viene determinada por las condiciones económicas. Los datos sugieren poca necesidad de recortes agresivos de tipos”. De acuerdo con Reuters, se espera que la tasa cierre 2026 entre 3,25% y 3,5%, lo que implicaría un estímulo moderado a la economía estadounidense sin generar presiones inflacionarias excesivas.
El mandato de Powell concluye en mayo de 2026, y Trump planea nominar un sucesor antes de fin de año. Entre los candidatos destaca Kevin Hassett, actual director del Consejo Económico Nacional, según un informe de Bloomberg. La transición en la presidencia de la Fed genera incertidumbre adicional sobre la dirección futura de la política monetaria, especialmente en un contexto de inflación aún elevada y un mercado laboral sólido.
Para la Argentina, un recorte en las tasas estadounidenses ofrece varias ventajas. Primero, facilita la colocación de bonos soberanos, al reducir los rendimientos exigidos por los inversores internacionales. Segundo, un dólar más débil puede sostener los precios de las exportaciones, beneficiando sectores agrícolas, industriales y energéticos. Tercero, la flexibilización crediticia a nivel global puede potenciar la demanda de bienes argentinos, reforzando la posición del país en los mercados emergentes.
Felipe Mendoza, CEO de IMB Capital Quants, explicó que “el panorama global refleja una confluencia de factores que generan tanto oportunidades como riesgos. La expectativa de recortes de tasas por parte de la Fed podría impulsar los mercados en el corto plazo, aunque la persistencia de una inflación estable pero elevada mantiene la cautela”.
Gustavo Ber, economista del Estudio Ber, agregó que “más allá de que se descuenta otro recorte de 25 puntos básicos en la tasa, la atención de los inversores se focaliza en las señales que la Fed pudiera otorgar respecto a la dinámica hacia adelante, toda vez que Wall Street continúa merodeando los máximos ante una importante expectativa de easing (flexibilidad monetaria)”.
No obstante, una baja excesiva de tasas en Estados Unidos podría activar la demanda interna, presionar los precios y complicar el objetivo de inflación del 2%, situación que la Fed se ha comprometido a evitar. Las decisiones de política monetaria reflejan así una tensión entre estímulo económico y control inflacionario, tanto en Estados Unidos como en el impacto global que generan sus movimientos financieros.
Los datos económicos más recientes de Estados Unidos, parcialmente afectados por el cierre del Gobierno durante octubre y noviembre, sugieren un crecimiento cercano al 2% para 2026, una inflación subyacente superior al objetivo y una tasa de desempleo promedio del 4,4%, según una encuesta de Reuters entre economistas. Esto apunta a un escenario donde los recortes de tasas serán graduales y moderados, con el foco en no desestabilizar la economía norteamericana.
La decisión de la Fed y la conferencia de Jerome Powell constituyen un evento clave para los mercados internacionales, la política monetaria global y la economía argentina. La combinación de crédito más accesible, dólar débil y demanda global sostenida ofrece oportunidades para la Argentina, aunque persisten riesgos ligados a la inflación global y a la dinámica de tasas futuras. Según Infobae, los próximos movimientos de la Fed definirán no solo la estrategia de inversión en los mercados emergentes, sino también la capacidad de Argentina para financiarse en el exterior y consolidar sus exportaciones.
