La biotecnología aplicada al manejo sanitario de frutales sumó un avance de relevancia estratégica. El Centro Multiplicador de Biocontroladores (CEMUBIO), dependiente del INTA Alto Valle, realizó su primera exportación internacional de organismos benéficos producidos íntegramente en la Patagonia Norte. El material biológico comenzó a utilizarse en Uruguay como parte de un plan de validación regional de tecnologías de control sustentable.
La exportación estuvo conformada por Goniozus legneri, una avispa parasitoide con eficacia probada en el manejo de grafolita y carpocapsa, dos plagas clave de los montes frutales de pepita. De acuerdo con Silvina Garrido, investigadora responsable del centro, el primer lote será evaluado en plantaciones de manzanos uruguayos.
El programa se inserta en un contexto de transformación sanitaria global. Tal como señaló Liliana Cichón, profesional del INTA Alto Valle, los bioinsumos ganan relevancia a medida que los sistemas frutícolas requieren mayor eficiencia y menores impactos ambientales.
La iniciativa forma parte de un proyecto del PROCISUR, plataforma de articulación tecnológica del Cono Sur, que impulsa pruebas cruzadas de bioinsumos desarrollados por instituciones de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay y Uruguay. En ese proceso, Goniozus legneri fue el único biocontrolador argentino seleccionado para ensayos en territorio uruguayo.
La especialista Silvia López, integrante del IMYZA (CyCVIA – INTA) y representante en el grupo Bioinsumos del PROCISUR, subrayó que esta elección reconoce el trabajo de transferencia tecnológica alcanzado por el centro patagónico.
El proceso exigió el cumplimiento de múltiples normativas nacionales e internacionales. Según Mariana Amorosi, directora regional del INTA Patagonia Norte, la coordinación con SENASA, la Subsecretaría de Ambiente de la Nación y organismos provinciales fue fundamental para habilitar el envío.
El primer embarque, compuesto por 4.950 hembras de Goniozus legneri, llegó a Uruguay el 3 de diciembre. Para la campaña se prevé completar siete envíos que totalizarán 34.650 individuos. Investigadoras del INTA viajaron para acompañar la recepción del material y definir junto al INIA Uruguay las estrategias de manejo integrado y evaluación del desempeño del biocontrolador en condiciones locales.
Con esta exportación, el CEMUBIO consolida su posición como referente regional en biotecnologías aplicadas. El centro, creado en 2018, se propuso desarrollar capacidades para la multiplicación masiva de organismos benéficos y el diseño de estrategias de control biológico adaptadas a cultivos intensivos.
En la actualidad, abastece la mayor superficie bajo manejo biológico inundativo del país y genera impactos directos en la reducción del uso de insecticidas químicos, del consumo de combustible y agua, y en la mejora de indicadores ambientales.
A lo largo de su trayectoria institucional obtuvo distinciones como la Mención Honorífica de Innovagro (España, 2019), dos inclusiones en el Catálogo Nacional de Innovaciones y la declaración de interés científico, tecnológico y ambiental otorgada por la Legislatura de Río Negro en 2024.
La primera exportación internacional marca un nuevo capítulo para la región en el desarrollo de soluciones sanitarias sustentables y abre oportunidades para la expansión de bioinsumos argentinos en mercados internacionales.