El proyecto minero PSJ Cobre Mendocino, ubicado en la provincia de Mendoza, inició formalmente una etapa de factibilidad tras la ratificación de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) por parte del Senado provincial, informaron fuentes a MDZ. La medida marca el primer paso concreto hacia la posible construcción de la mina, prevista para 2026, aunque aún no se comenzará con obras físicas.
El CEO y presidente de la firma, Fabián Gregorio, explicó que el objetivo de esta fase es realizar estudios técnicos, financieros y ambientales que permitan definir la viabilidad del proyecto. "Con la ley ratificada lo que inicia es una nueva etapa para este proyecto. Es la etapa de factibilidad. Hasta acá el proyecto estaba prefactibilizado", señaló. Según el directivo, el proceso tendrá una duración aproximada de un año e incluirá "estudios de ingeniería de detalle definitivos, los análisis de costo y financiamiento, la evaluación económica y de mercado, la planificación integral de la construcción, de la operación, el cierre de la mina y la actualización de todos los problemas de sostenibilidad y monitoreo ambiental".
Gregorio también indicó que la compañía proyecta cerrar el financiamiento de la mina antes del primer semestre de 2026, y que se encuentran en proceso de contratación de empresas de ingeniería y análisis del suministro eléctrico, que requerirá "40 megas de potencias allá arriba en la montaña". "Si se cumplen los plazos, en julio, aproximadamente el año que viene, ya podríamos encarar la adquisición de la maquinaria correspondiente", afirmó, estimando que la construcción física, una vez iniciada, demandará entre 18 y 24 meses.
Uno de los aspectos más cuestionados del proyecto ha sido la disponibilidad de agua. Gregorio sostuvo que "todos los estudios de balance hídrico se vienen realizando hace muchísimo tiempo" y que el arroyo El Tigre, con un caudal medio de 300 litros por segundo en verano, es suficiente para abastecer el consumo proyectado de 141 litros por segundo. Sobre la posible conexión de cuencas, indicó: "Hemos tratado de salir de esa discusión doctrinaria (...) Lo que se trata de hacer es tomar los máximos recaudos".
En cuanto a la protección de acuíferos, precisó que "se encuentra a 140 metros de profundidad el acuífero más cercano (...) Tenemos un proceso con la infiltración máxima posible (...) Es de apenas 10 minutos, lo que demuestra no hay posibilidad técnica de afectación". Además, destacó que la impermeabilización del depósito de relaves cumple con estándares considerados "altísimos" y está incluida en la DIA.
El proyecto incorporará tecnología australiana para el manejo de relaves, que consiste en disponer el material en capas de 20 centímetros y secarlo de inmediato gracias a la alta evapotranspiración de la zona. Gregorio aclaró que, por regulaciones provinciales, no se producirá cobre puro en Mendoza. "El producto final es un concentrado de cobre", una "tierra negra" con un 27% de cobre fino que será exportado para refinación en países como Alemania, Corea o China.
Sobre la demanda global, el directivo destacó que "hoy una libra de cobre está por arriba de 5 dólares. Hace unos años atrás (...) valía menos de un dólar la libra". Añadió que "la electromovilidad ha llegado para quedarse" y que esto genera una "demanda intensiva de este mineral", lo que representa una oportunidad estratégica para Mendoza y el oeste argentino.
El PSJ Cobre Mendocino, también conocido como San Jorge, había sido rechazado en 2011 debido a cuestionamientos ambientales y sociopolíticos. Gregorio explicó que las demoras no se debieron a cuestiones técnicas, sino a "una situación de contexto sociopolítico que nos impidió avanzar. No era lo técnico, siempre fue una cuestión de contexto sociopolítico". Según el ejecutivo, la empresa ha modernizado el proyecto y aprovechado cambios en el contexto social y político para relanzar la iniciativa.
La ratificación de la DIA por el Senado representa un hito clave, ya que habilita a la compañía a avanzar con estudios técnicos y financieros sin iniciar de inmediato la construcción. Esta fase es fundamental para definir la viabilidad integral del proyecto, incluyendo su impacto ambiental, social y económico.
Durante el año de factibilidad, se prevé la ejecución de ingeniería de detalle, estudios económicos y de mercado, y planificación de todos los aspectos logísticos de la futura mina. Si los estudios confirman la viabilidad del proyecto y se logra el financiamiento, la adquisición de maquinaria podría comenzar a mediados de 2026 y la construcción física podría prolongarse hasta 2028.
El interés por el proyecto ya ha generado expectativas entre inversores nacionales e internacionales, quienes ven en el desarrollo de la mina una oportunidad vinculada al aumento global de la demanda de cobre, especialmente en el contexto de la transición energética y la electromovilidad.
En este sentido, el PSJ Cobre Mendocino no solo representa un proyecto minero sino también un motor económico potencial para la región, con implicancias en empleo, infraestructura y desarrollo industrial. Según mdz, las proyecciones del plan apuntan a generar oportunidades laborales y dinamizar servicios locales, siempre bajo la supervisión de normas ambientales y sociales estrictas que buscan minimizar riesgos y maximizar la sostenibilidad.