YPF avanza con una nueva perforación en Mendoza y refuerza el desarrollo de Vaca Muerta fuera de Neuquén

YPF confirmó que perforará un nuevo pozo no convencional en el bloque CN VII A, ubicado en la ventana mendocina de la cuenca neuquina, una decisión que fue comunicada este 12 de diciembre de 2025 y que consolida a Mendoza dentro del mapa estratégico del desarrollo de Vaca Muerta. El anuncio, que se enmarca en el plan de exploración y reorganización del portafolio de la compañía, es relevante porque ratifica el potencial geológico de la provincia y refuerza su lugar dentro de los activos priorizados por la petrolera de mayoría estatal. La información fue publicada por El Economista.

La definición de avanzar con una nueva perforación se produce en un contexto en el que YPF está reordenando sus inversiones y concentrando recursos en áreas de mayor competitividad, escala y previsibilidad económica. En ese escenario, la decisión de sumar un pozo adicional en Mendoza adquiere un peso particular, ya que implica sostener y profundizar la exploración no convencional fuera del núcleo tradicional de Vaca Muerta en Neuquén.

Desde el Gobierno provincial interpretaron el anuncio como una señal concreta de confianza. La ministra de Energía y Ambiente de Mendoza, Jimena Latorre, afirmó que se trata de “una muestra contundente del interés real de YPF en el potencial de Vaca Muerta en la provincia”, según consignó El Economista. La funcionaria remarcó además que la petrolera no solo decidió mantener sus áreas, sino que avanzó con inversiones que superan los compromisos iniciales, en un contexto de alta competencia entre proyectos a nivel nacional.

En la misma línea, el director de Hidrocarburos de Mendoza, Lucas Erio, sostuvo que la nueva perforación refleja “no solo el atractivo técnico de la ventana mendocina, sino también la estabilidad del marco regulatorio que sostiene decisiones de inversión significativas”, de acuerdo con lo publicado por el mismo medio. La referencia apunta a uno de los factores clave que evalúan las compañías al definir sus planes de exploración: la previsibilidad normativa y fiscal en el largo plazo.

El bloque CN VII A ya cuenta con antecedentes de trabajos exploratorios que arrojaron resultados alentadores, y el nuevo pozo permitirá profundizar la caracterización del reservorio, obtener información geológica y productiva adicional y evaluar con mayor precisión el potencial de desarrollo futuro. Para YPF, se trata de un paso necesario para definir si la ventana mendocina puede escalar hacia proyectos de mayor envergadura dentro del shale.

La perforación se inscribe en una estrategia nacional de la compañía, orientada a priorizar activos que combinen rentabilidad, eficiencia operativa y horizonte de crecimiento. En los últimos meses, YPF avanzó en la revisión de su portafolio con el objetivo de concentrarse en áreas donde pueda maximizar valor, reducir costos y sostener niveles de inversión consistentes. Que Mendoza forme parte de esa cartera prioritaria fortalece su posicionamiento dentro del desarrollo no convencional argentino.

Desde la perspectiva provincial, el avance de YPF tiene un impacto que excede lo estrictamente energético. La actividad asociada a un nuevo pozo implica movimiento económico local, mayor demanda de servicios especializados, contratación de proveedores regionales y generación de empleo directo e indirecto. En una provincia que busca diversificar y fortalecer su matriz productiva, el shale aparece como una oportunidad complementaria a otras actividades tradicionales.

La decisión también se apoya en un contexto en el que Mendoza viene trabajando para consolidar una política energética estable y moderna, con foco en la atracción de inversiones. El Ejecutivo provincial destaca la existencia de infraestructura disponible, un sistema de promoción activo y reglas claras para el desarrollo de proyectos hidrocarburíferos. En ese marco, Latorre afirmó: “Tenemos un recurso competitivo y un modelo que funciona. La decisión de YPF confirma que vamos en la dirección correcta”, según reprodujo El Economista.

El avance en CN VII A refuerza además la idea de que Vaca Muerta no es un desarrollo homogéneo, sino un conjunto de ventanas con comportamientos y potenciales diferenciados. Si bien Neuquén concentra la mayor parte de la actividad, otras provincias de la cuenca neuquina buscan ganar protagonismo a partir de resultados técnicos consistentes y marcos regulatorios confiables. Mendoza apuesta a ese camino, con una estrategia gradual y basada en información geológica sólida.

Para YPF, profundizar la exploración en territorio mendocino también significa ampliar el horizonte exploratorio del shale argentino y reducir riesgos a través de una mayor diversificación geográfica. En un escenario de precios internacionales volátiles y competencia por capital, contar con alternativas dentro de una misma cuenca es un factor que suma flexibilidad a la planificación de largo plazo.

El anuncio llega, además, en un momento en el que el sector energético argentino atraviesa definiciones relevantes en materia de inversiones, exportaciones y reglas de juego, con iniciativas como el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y una mayor apertura al capital privado. En ese contexto, las decisiones concretas de empresas como YPF funcionan como señales para el mercado sobre dónde se están concentrando las oportunidades reales.

Si bien la nueva perforación no implica aún un desarrollo masivo, sí representa un paso clave en la construcción de información y confianza. Los resultados que arroje el pozo serán determinantes para evaluar futuras etapas, tanto en términos de continuidad exploratoria como de eventuales proyectos de desarrollo.

Con este movimiento, YPF ratifica su presencia en la frontera no convencional de Mendoza y mantiene abierta la posibilidad de que la provincia gane mayor peso dentro del esquema productivo de Vaca Muerta. Para el gobierno local, la apuesta es sostener condiciones que permitan transformar ese potencial en inversión concreta y actividad sostenida. Para la petrolera, el desafío será confirmar que la ventana mendocina puede competir, en eficiencia y productividad, con los principales desarrollos del shale argentino.