El IAPG proyecta un salto histórico en Vaca Muerta y advierte que el desafío es crecer con eficiencia y competitividad

La industria del petróleo y el gas en la Argentina se encuentra ante la posibilidad concreta de alcanzar una producción de un millón y medio de barriles de petróleo por día y duplicar el volumen de gas natural, un objetivo que ya dejó de ser una proyección lejana para convertirse en un horizonte operativo. Así lo sostuvo Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), aseguró que el verdadero desafío no es solo crecer, sino hacerlo de manera eficiente, competitiva y con bajas emisiones. La información fue difundida por el Diario Río Negro.

Según explicó López Anadón, desde hace años el IAPG viene planteando que Vaca Muerta tiene la capacidad de escalar su producción a niveles comparables con los principales desarrollos no convencionales del mundo. Ese planteo comenzó a materializarse en los últimos meses, cuando la industria intensificó sus esfuerzos para alcanzar metas de mayor volumen. “Hace mucho tiempo que venimos, desde el Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), hablando de que Vaca Muerta puede llegar a producir más de un millón y medio de barriles de petróleo por día y duplicar su producción de gas”, señaló el titular del instituto, según publicó Río Negro.

En la actualidad, el sector ya exhibe números que respaldan esa ambición. De acuerdo con los datos citados por López Anadón, la producción ronda los 800.000 barriles diarios de petróleo y los 160 millones de metros cúbicos por día de gas natural. Alcanzar el nuevo objetivo implicará, en los hechos, sumar entre 600.000 y 800.000 barriles diarios de crudo y entre 120 y 140 millones de metros cúbicos de gas, adicionales a los niveles actuales.

El presidente del IAPG advirtió que este crecimiento no será automático ni sencillo. Por el contrario, describió el proceso como una tarea compleja y extremadamente demandante, que requiere planificación, inversiones sostenidas y coordinación entre múltiples actores. Para dimensionar el esfuerzo necesario, López Anadón recurrió a cifras surgidas de un estudio reciente de la Comisión de Estudios Económicos del IAPG, presentado en la última edición de la Argentina Oil & Gas Expo, basado en el escenario de expansión proyectado.

El informe detalla que el desarrollo intensivo de Vaca Muerta demandará volúmenes inéditos de insumos e infraestructura. En materia de áridos, se utilizarán entre 20 y 30 millones de metros cúbicos, una cantidad equivalente a llenar 64 estadios de fútbol similares al de la ciudad de La Plata. A esto se suma el uso de cemento y hormigón, con un requerimiento estimado de dos a tres millones de metros cúbicos, comparable a cinco estadios completos.

El desafío también se refleja en la necesidad de acero, insumo clave para la construcción de pozos, equipos e instalaciones. Según el estudio citado por López Anadón, el crecimiento proyectado requerirá entre cuatro y seis millones de toneladas de acero, lo que equivale a construir alrededor de 100 puentes Zárate–Brazo Largo. A su vez, la expansión del sistema de transporte exigirá una red de ductos de entre 117.000 y 169.000 kilómetros, una extensión comparable a dar cuatro vueltas completas al planeta.

Más allá de los materiales, el impacto más significativo se dará en el empleo. El titular del IAPG subrayó que, en los años pico de actividad, se necesitarán entre 400 y 600 millones de horas-hombre de trabajo. Solo en la etapa de construcción, la demanda de mano de obra podría oscilar entre 180.000 y 240.000 personas en el momento de mayor intensidad. Diversos informes sectoriales, citados en la columna publicada por Río Negro, coinciden en que la necesidad de trabajadores calificados será uno de los principales cuellos de botella a gestionar.

López Anadón remarcó que estas cifras permiten comprender la magnitud del desafío que enfrenta la industria. “Evidentemente, se está frente a una tarea compleja y extremadamente demandante”, afirmó, al tiempo que insistió en que el objetivo no debe ser solo alcanzar el volumen, sino hacerlo de manera sostenible. “El desafío, repito, es llegar al millón y medio de barriles de petróleo por día de una manera eficiente, competitiva y con bajas emisiones”, sostuvo, según consignó el medio citado.

El planteo se da en un contexto en el que Vaca Muerta ya demostró su capacidad para transformar la matriz energética y la macroeconomía argentina, con un fuerte impacto en la producción, las exportaciones y la balanza comercial. Sin embargo, el presidente del IAPG advirtió que la próxima etapa exigirá un salto cualitativo en términos de productividad, logística, infraestructura y coordinación público-privada.

En su análisis, López Anadón dejó en claro que el crecimiento proyectado no depende de un único actor. Operadoras, empresas de servicios, proveedores, sindicatos, gobiernos y el sistema educativo deberán alinearse para responder a una demanda de escala inédita. La formación de recursos humanos, la planificación de obras y la estabilidad de las reglas de juego aparecen como condiciones necesarias para evitar cuellos de botella que limiten el desarrollo.

El titular del IAPG también vinculó el desafío productivo con la agenda ambiental. En un escenario global donde las exigencias en materia de emisiones y sostenibilidad son cada vez mayores, alcanzar los objetivos de Vaca Muerta requerirá incorporar tecnologías y prácticas que permitan reducir la huella de carbono. La competitividad, en ese sentido, no se medirá solo en costos, sino también en estándares ambientales y sociales.

A pesar de la magnitud del reto, López Anadón se mostró confiado en la capacidad del sector para afrontarlo. Recordó que la industria argentina ya superó etapas igualmente exigentes en el pasado y destacó el aprendizaje acumulado en más de una década de desarrollo no convencional. “Es ambicioso y no será fácil. Pero estamos convencidos y confiados en que nuestra industria es capaz de afrontarlo y de llevarlo a cabo, como ya lo ha hecho en otras oportunidades”, concluyó, de acuerdo con la publicación de Río Negro.

El mensaje del presidente del IAPG se suma a una serie de definiciones recientes de referentes del sector que coinciden en señalar que el potencial de Vaca Muerta está más vigente que nunca, pero que su aprovechamiento pleno dependerá de decisiones estratégicas en el corto y mediano plazo. Alcanzar el millón y medio de barriles diarios no solo significaría un hito productivo, sino también un cambio estructural en la posición de la Argentina dentro del mercado energético global.