La Casa de Tucumán en Buenos Aires cerró el año con más de 500 asistencias y refuerza su rol de acompañamiento

La Casa de Tucumán en Buenos Aires cerró el año con un balance positivo de gestión, luego de una reunión de trabajo encabezada por el Regino Amado, ministro de Gobierno y Justicia, y el Enrique Salvatierra, representante institucional de la provincia en la Capital Federal. El encuentro se realizó a fines de diciembre, en la ciudad de Buenos Aires, y tuvo como objetivo evaluar las acciones desarrolladas durante 2025 y reafirmar el compromiso del Estado provincial con los tucumanos que deben permanecer fuera de la provincia, especialmente por razones de salud.

Durante la reunión se analizaron los principales ejes de trabajo de la Casa de Tucumán, una institución que funciona como nexo institucional y humano entre la provincia y los comprovincianos que se encuentran en Buenos Aires. El balance incluyó la revisión de los servicios de asistencia social, acompañamiento sanitario, apoyo a pacientes derivados y contención a familiares, además de las acciones de promoción cultural, turística y productiva vinculadas a Tucumán.

Según se informó oficialmente, la evaluación permitió dimensionar el impacto concreto de la gestión a lo largo del año. Desde marzo de 2025, cuando Salvatierra asumió la representación, la Casa de Tucumán atendió a más de 500 personas y brindó acompañamiento directo a 241 pacientes, muchos de ellos en situaciones de alta complejidad sanitaria. Estos números consolidan a la institución como un dispositivo clave de presencia del Estado provincial fuera de su territorio.

Uno de los datos más relevantes del balance fue que cerca del 50% de los pacientes asistidos requirió vuelos sanitarios de urgencia, una herramienta fundamental para garantizar el acceso rápido a la atención médica especializada. Además, el 85% de las derivaciones correspondió al Hospital Garrahan, lo que pone de relieve el fuerte componente pediátrico de las asistencias y el compromiso del Gobierno de Tucumán con niños, niñas y adultos que deben continuar tratamientos médicos en la Capital Federal.

Desde la representación tucumana se destacó que la tarea de la Casa no se limita a la gestión de emergencias. La institución mantiene disponibilidad permanente para atender necesidades vinculadas a la salud, la asistencia social y el acompañamiento integral, contemplando tanto a pacientes como a familiares que atraviesan procesos prolongados lejos de su lugar de origen. En ese sentido, se remarcó que la Casa de Tucumán cumple un rol de contención emocional y logística, especialmente en contextos de vulnerabilidad.

Durante el encuentro también se puso en valor el trabajo articulado con distintas áreas del Gobierno provincial, una coordinación que permite dar respuestas más ágiles y completas. La Casa de Tucumán actúa como un punto de referencia que canaliza demandas, gestiona derivaciones y mantiene un contacto permanente con organismos provinciales para resolver situaciones complejas que se presentan en Buenos Aires.

Tras la reunión, Salvatierra realizó un balance positivo de su gestión y subrayó el acompañamiento constante del Ministerio de Gobierno y Justicia. Señaló que uno de los desafíos centrales es visibilizar el rol de la Casa de Tucumán, para que la comunidad conozca el alcance real de los servicios que allí se brindan. En esa línea, remarcó que la institución es una herramienta estratégica del Estado provincial, diseñada para garantizar derechos y presencia institucional más allá de las fronteras provinciales.

Por su parte, el ministro Regino Amado reafirmó la decisión política de continuar fortaleciendo la Casa de Tucumán en Buenos Aires, en línea con las directivas del Osvaldo Jaldo, gobernador de la provincia. Según se indicó, el objetivo es consolidar una gestión cercana, sensible y comprometida, capaz de acompañar a los tucumanos “estén donde estén”, especialmente en situaciones de salud, emergencia social o necesidad de asistencia.

Además del eje sanitario y social, durante el balance se repasaron las acciones de promoción cultural, turística y productiva desarrolladas a lo largo del año. La Casa de Tucumán funciona también como una vidriera institucional de la provincia en Buenos Aires, impulsando actividades que buscan fortalecer la identidad tucumana, difundir su oferta turística y acompañar iniciativas vinculadas a la producción local.

El cierre del año deja, según coincidieron las autoridades, una evaluación positiva y una agenda abierta de trabajo para 2026. Entre los objetivos planteados se encuentran profundizar los mecanismos de asistencia, mejorar la difusión de los servicios disponibles y seguir fortaleciendo la articulación interministerial para garantizar respuestas rápidas y eficaces.

En un contexto donde cada vez más personas deben trasladarse a Buenos Aires por motivos de salud, estudio o trámites, la Casa de Tucumán se consolida como un espacio de referencia institucional y humana, que combina presencia estatal, acompañamiento social y políticas públicas orientadas a cuidar a los comprovincianos lejos de su provincia.