El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, se refirió este jueves a los indicadores de empleo y desempleo difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) correspondientes al tercer trimestre de 2025, durante una rueda de prensa realizada en la provincia, en la que analizó el comportamiento del mercado laboral y explicó por qué los datos oficiales reflejan el impacto de la actual coyuntura económica. Sus declaraciones resultan relevantes por el contexto de ajuste, apertura comercial y dificultades financieras que atraviesan distintos sectores productivos locales.
De acuerdo con la medición del Indec, el desempleo se ubicó en el 6,6% de la población económicamente activa, lo que implicó una baja de 0,3 puntos porcentuales respecto del mismo período del año anterior. Sin embargo, la informalidad laboral alcanzó al 43,3% de los ocupados, con un incremento de 0,7 puntos porcentuales, un dato que expone la fragilidad del empleo en la provincia.
Según consignó el Gobierno de Tucumán, Jaldo vinculó estos números con una combinación de factores macroeconómicos y microeconómicos que impactaron directamente en la generación y sostenimiento de los puestos de trabajo. En ese sentido, señaló que algunos sectores industriales comenzaron a reducir su actividad y a anticipar medidas laborales para sostener costos.
“Esto es producto de lo que nosotros estamos viendo y hoy no es novedad que las textiles están dando licencia, anticipando vacaciones, muchos contratos no se han renovado, y ustedes saben que hay empresas como Scania, que realmente nunca habíamos escuchado un problema laboral y hoy cada veinte días está parando, con lo cual, evidentemente, también hay contratos que no se renuevan”, expresó el mandatario provincial en declaraciones a la prensa.
El gobernador hizo especial hincapié en la situación de las pequeñas y medianas empresas, a las que describió como uno de los eslabones más afectados por el actual escenario financiero. Según explicó, la falta de acceso al crédito, las tasas de interés elevadas y la apertura de importaciones complicaron la competitividad de la producción local, derivando en cierres y pérdida de puestos de trabajo.
“Hay muchas pequeñas y medianas empresas, que algunas, por falta de crédito, por tasas altas, no tienen financiamiento y cierran, otros por la importación que se abrió, que hoy es difícil competir. ¿Cómo hacemos para competir una tela fabricada en Tucumán con una tela fabricada en China? No hay manera de competir hoy. No digo que en el futuro no sean las empresas argentinas competitivas, por eso nos tenemos que reconvertir”, sostuvo Jaldo, según la información oficial.
El impacto de este proceso, agregó, se refleja de manera visible en el entramado comercial urbano y en el empleo formal. En ese marco, el gobernador describió una retracción de la actividad comercial y un aumento de locales desocupados en zonas céntricas.
“Pero en el mientras tanto claro que está quedando gente sin trabajo, que hay pequeñas y medianas empresas que están bajando las persianas, y si no, vamos por la peatonal y veamos los negocios que tienen los carteles, se alquilan. Y si no, caminemos por donde quieran y vean cómo hay locales que antes se alquilaba y hoy ya no se alquilan”, afirmó.
Jaldo también se refirió al sector agroindustrial, uno de los principales generadores de empleo estacional en Tucumán, y explicó que la duración de las zafras y los costos de producción influyeron en la cantidad de trabajadores incorporados durante el último período. “Y también veamos que la zafra del limón ha sido corta, la zafra del azúcar un poco más larga, pero se ha tomado menos empleados por el costo que tenía el producto, tanto el azúcar como el bioetanol”, indicó.
Finalmente, el gobernador sintetizó que la evolución del empleo respondió a múltiples variables que actuaron de manera simultánea y concluyó: “Es decir, han sido muchos factores macroeconómicos y algunos microeconómicos que han influenciado para que Tucumán haya elevado la tasa de desempleo”.