El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) fortaleció las acciones preventivas destinadas a reducir el riesgo de leptospirosis en establecimientos pecuarios. Se trata de una enfermedad zoonótica causada por la bacteria Leptospira interrogans, que afecta a animales domésticos, silvestres y a las personas, con consecuencias sanitarias y económicas relevantes para la producción ganadera.
La leptospirosis es más frecuente en ámbitos rurales, donde puede afectar a trabajadores, técnicos y veterinarios. Sin embargo, también puede presentarse en zonas urbanas, especialmente en presencia de roedores, que actúan como reservorios y eliminan la bacteria a través de la orina. El aumento de las temperaturas y las lluvias genera condiciones favorables para la supervivencia y diseminación del agente, incrementando la probabilidad de aparición de casos.
La principal fuente de infección son los animales infectados y el ambiente contaminado. En la producción bovina, la transmisión ocurre por contacto directo con orina de animales portadores o por exposición a agua, suelos y superficies contaminadas. La bacteria ingresa al organismo a través de heridas en la piel o por mucosas ocular, nasal o bucal, afectando con mayor frecuencia a animales jóvenes.
En los bovinos, la leptospirosis puede cursar de forma subclínica o manifestarse con distintos síntomas. Entre los más frecuentes se encuentran abortos en preñeces avanzadas, nacimientos prematuros, retención placentaria, fallas reproductivas, disminución de la fertilidad y caída en la producción láctea. También pueden observarse ictericia y orina de color marrón rojizo.
En campos donde la enfermedad está presente, la infección puede extenderse a ovinos, caprinos, porcinos y caninos, que a su vez representan una fuente de contagio para las personas.
En humanos, la transmisión se produce principalmente por contacto con animales enfermos o ambientes contaminados. El cuadro clínico puede variar desde formas leves hasta presentaciones graves e incluso mortales, lo que refuerza la importancia de las medidas preventivas en el ámbito rural.
SENASA remarca que la prevención es central tanto en el manejo pecuario como en el consumo de alimentos. Entre las principales medidas se destacan la vacunación de los animales, el uso de tratamientos antibióticos cuando corresponda y la utilización de elementos de protección personal —guantes, botas de goma y gafas— durante las tareas de manejo.
Además, se recomienda evitar condiciones que favorezcan la proliferación de roedores, implementar controles periódicos en galpones, corrales y viviendas, prevenir el estancamiento de agua y mantener una correcta higiene de comederos y bebederos.
La leptospirosis en animales es una enfermedad de denuncia obligatoria, según la Resolución SENASA 153/2021. Ante cualquier sospecha o confirmación, los productores deben comunicarse con el organismo a través de sus oficinas, canales telefónicos, WhatsApp, correo electrónico o mediante el formulario “Avisá al SENASA” disponible en el sitio oficial.
Estas acciones buscan proteger la sanidad del rodeo, cuidar la salud de los trabajadores rurales y sostener la productividad de los sistemas ganaderos.