a cosecha de girasol correspondiente a la campaña 2019/20 se encuentra prácticamente finalizada, con un rinde promedio de 1.900k/ha, en toda la región centro y sur de Buenos Aires y norte y centro de La Pampa con un atraso en las labores de trilla en el sureste bonaerense debido a las últimas precipitaciones registradas, indicó el Reporte Quincenal de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca que se conoció este miércoles.
El inicio del ciclo arrancó con condiciones de sequía a mediados de octubre del 2019 produciendo una caída en la superficie sembrada y demorando las labores en gran parte del área. Durante el desarrollo vegetativo las malas condiciones presentes a la siembra fueron revertidas por las esperadas lluvias durante los meses de diciembre y enero.
En la primera quincena de febrero, cuando el cultivo se encontraba en la etapa de floración y el llenado de grano, se observaron daños generalizados por isoca registrándose las mayores pérdidas en la provincia de La Pampa por la veda en la comercialización de agroquímicos.
El desmejoramiento en la condición y las expectativas de rinde sobrevino a partir de la segunda quincena de febrero con un evento de sequía, acompañada de temperaturas superiores a la media, que produjeron la aceleración del ciclo fenológico.
La campaña de girasol finaliza prácticamente en toda el área, aunque aún faltan algunos algunos lotes en el sureste bonaerense.
Durante las labores de trilla la presencia de granos livianos fue una generalidad en toda la región, adjudicándose esta deficiencia a las escasas lluvias en el llenado. El promedio regional es 1.900 kg/ha, un 10% por debajo de la media de la campaña 2018/19 (2.100 kg/ha).
En la zona norte las labores finalizaron arrojando un promedio de 2.400 kg/ha, sin variaciones con respecto al ciclo pasado. Los buenos rindes registrados se deben a que no hubo mayores problemas por falta de agua y el ataque de isoca se pudo controlar de manera eficiente.
Los máximos rendimientos que alcanzaron hasta los 3.000 kg/ha en lotes puntuales se registraron en el partido de Gral. Villegas y departamento de Chapaleufú.
La zona centro finaliza la campaña con 1.900 kg/ha, a continuación, se divide la zona en tres subzonas para un mejor análisis.
Centro-pampa: El cierre de ciclo presenta un promedio de 1.700 kg/ha, ubicándose los máximos en los departamentos de Rancul y Realicó (1.800 kg/ha), y mínimos en el departamento de Trenel (1.600 kg/ha).
Centro-oeste: Esta fue la subzona más perjudicada por el déficit hídrico al momento de la siembra y durante el llenado de grano, finalizó el ciclo con un rinde promedio de 1.500 kg/ha.
Centro-este: Restan finalizar las labores en lotes ubicados sobre los partidos costeros, la sub zona presenta una media de 2.400 kg/ha. Se destacan picos máximos de rendimiento en el partido de Tres Arroyos con registros superiores a los 3.500 kg/ha, y mínimos de 1.200 kg/ha en A. Gonzales Chaves.
Por último, la zona sur cierra la campaña con un promedio de 1.300 kg/ha, destacándose los departamentos de Atreucó y Capital con rindes de 1.600 y 1.400 kg/ha respectivamente. Los efectos de la sequía fueron más intensos en los partidos de Bahía Blanca y Cnel. Rosales donde se proyectan rindes inferiores a 800 kg/ha.
Producción: La región finalizó con una producción promedio de 1,07 M tn, 19% inferior al ciclo 2018/19 (1,33 M tn). Esta disminución es consecuencia de la reducción del rendimiento del 10% y la caída del 14% en la superficie cosechada, debido a la sequía durante la ventana de siembra y los acotados márgenes que inclinaron al productor a optar por otro cultivo
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