referida por los especieros, la cúrcuma enamora con su color intenso y sazón en los platos. Se trata de uno de los caballos de batalla más poderosos y multitasking de la medicina ayurvédica. Desde la India se conocen sus propiedades medicinales que incorporan a nuestra dieta mucho más que el sabor a curry y un aroma de Oriente.
La cúrcuma es la raíz de una planta de la familia de las zingiberáceas que crece en regiones subtropicales. Nativa del sudoeste de la India, también se cultiva en América Latina. De su rizoma se obtiene el polvo amarillo intenso que conocemos –ingrediente que predomina en el curry–, pero también se puede consumir entero, fresco o seco.
Es una especia muy aromática, fresca, suave y picantona. En Occidente es utilizada como condimento para salsas, guisos, sopas, jugos y tisanas, mientras que en la India es uno de los alimentos medicinales más valiosos.
Desde el punto de vista nutricional, el “oro en polvo de la India” es un aliado de la salud. Su componente más importante se llama curcumina, reconocida por sus múltiples beneficios para la salud: es un activo antibacteriano, analgésico, antiinflamatorio, antioxidante, antiséptico, antitumoral, digestivo, circulatorio y estimulante del sistema inmunológico. Es muy utilizada para tratar enfermedades como diabetes, trastornos cardiovasculares, Alzheimer, depresión y obesidad. A nivel tópico, gracias a sus propiedades cicatrizantes es aplicada al cuidado de la piel, evitando infecciones y el desarrollo de hongos. Posee un buen efecto sobre el acné.
Para activar todo su potencial en la cocina, lo mejor es combinarla con pimienta de cayena que activa la curcumina y potencia la biodisponibilidad de los nutrientes. Puede consumirse fresca, cruda, cocida o en polvo; las opciones para incluirla en la dieta diaria son infinitas.
Para incorporarla a su dieta, se recomienda empezar de a poco hasta llegar a la cucharada de café de cinco gramos que se aconseja consumir todos los días. La cúrcuma va muy bien con todos los platos de base vegetal, como guisos, sopas, arroces y caldos. También queda más que bien con jugos frescos, licuados, leches y tés, o en budines y galletas especiadas, como el banana bread vegano.
En su uso medicinal, se recomienda una tisana para apropiarse de todo su poder antiséptico o curar las gripes típicas. Además, cruda ayuda a extraer mejor los antioxidantes.
Otros datos que suman al botiquín casero:
- Para dolores estomacales y de garganta, mastique una rodaja de cúrcuma fresca y otra de jengibre.
- Una taza de leche con cúrcuma y leche de almendras a la noche ayuda al buen sueño.
- Un shot puro de cúrcuma y jengibre es altamente recomendable para reforzar las defensas.