Teniendo en cuenta que la Argentina es el único país donde el ganado bovino es faenado a mitad de su desarrollo, la propuesta para los próximos cinco años es aumentar el peso mínimo de faena.
Roberto Guercetti, presidente de Conecar, se refirió a las decisiones equivocadas que se han tomado en los últimos años, las cuales han llevado a que la Argentina no esté en sintonía con los países ganaderos que son referentes a nivel mundial. “Cerrar las exportaciones de carne fue una de las aberraciones más notorias del gobierno anterior. La industria frigorífica perdió miles de puestos de trabajo”, indicó.
Por ese motivo, Guercetti consideró que es necesario exigirle al Gobierno Nacional que establezca normativas contundentes, a fin de poder contar con un plan ganadero serio. Además, sostuvo que éste último debería ser tomado como política de Estado, con medidas a largo plazo que permitan incrementar el peso de faena a un ritmo gradual y eficiente.
Según el ejecutivo, la producción ganadera argentina debería estar alineada con los demás países ganaderos de cara a 2025. “Podrían ser 30 kilos para machos y 20 para hembras por año. De esta forma, para el 2023 el peso mínimo alcanzaría los 450 kilos y 400 kilos, respectivamente”, aseguró. Y añadió: “Contemplando una trazabilidad obligatoria para todo el rodeo nacional, se podrían implementar bonificaciones controlables para los kilos excedentes”.
Asimismo, remarcó que “el peso de faena no puede ser tema de debate, ya que la lógica de la ganadería debe resolverse de forma simple. Hay problemáticas de trascendencia como la sanidad, bienestar animal, medio ambiente y trazabilidad que necesitan un enfoque en el tiempo, todo el esfuerzo y la energía para implementarlos o resolverlos”.
Sudamérica, encabezada por la Argentina y Brasil, tiene el desafío de satisfacer las demandas de proteínas que el mundo requiere. “El agro, de la mano de la ciencia y los productores, puso al país en el centro de la escena. La ganadería solo tiene que seguir la huella”, concluyó Guercetti.