l gobierno uruguayo anunciará la decisión de dragar a 46 pies el canal de acceso al puerto de Montevideo y la Zona Alfa. Esta medida impactará directamente sobre nuestro país y la relación de competitividad con su sistema portuario.
“Las ventajas naturales de los puertos uruguayos, en particular el de Montevideo, dragado a 46 pies de profundidad, beneficiará al aparato productivo nacional, y estará al servicio de la región”, resaltó Luis Alberto Heber, ministro de Transporte y Obras Públicas de Uruguay.
En tanto, el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP) de Uruguay, Juan Curbelo, adelantó que el cronograma de dragado se extenderá a otras terminales portuarias del país en un plan que prevé inversiones de US$100 millones. “Creemos que la obra debería comenzar a principios del año que viene para que en 2023 el puerto de Montevideo tenga el calado definido”, expresó Curbelo.
Por su parte, el exsubsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Horacio Tettamanti, advirtió más de una vez sobre las consecuencias logísticas de convertir a Montevideo en un puerto de aguas profundas. Incluso, en 2017 denunció que la Argentina había cedido la llave logística de la cuenca al aceptar el dragado que convertirá en canal de aguas profundas el acceso al principal puerto uruguayo.
“La dinámica de la logística estratégica tanto de la ocupación militar de nuestras Islas Malvinas y espacios marítimos circundantes, la dinámica de la logística de la proteína vegetal de la Cuenca del Plata, la proyección antártica y la explotación de los recursos vivos y minerales del Atlántico Sur son activos que deberían ser objeto de una visión geopolítica propia que interprete en forma sistémica las demandas de un proyecto económico y productivo al servicio del desarrollo, el empleo y la defensa de la soberanía nacional. Por eso, el Río de la Plata se constituye en el epicentro de la ecuación geopolítica determinante en la resolución de los desafíos más complejos que nuestro país debe resolver”, manifestó Tettamanti.
A juicio del exfuncionario, “es evidente que la discusión sobre la definición estratégica del acceso al Río de la Plata, determinante de los flujos logísticos tanto del Río Paraná como del Atlántico Sur, y su proyección en las estructuras portuarias y sus consecuencias geopolíticas en los social y en lo económico de nuestro país excede con creces un mero análisis económico”.
“La Argentina tiene amenazado uno de sus vectores más significativos de la defensa que es el acceso al mar. Seguir en esta inacción con ausencia de respuesta estratégica a las demandas y desafíos de este nuevo orden sería una grave omisión de las autoridades responsables. La soberanía nacional no tiene precio ni costo. No debe ser evaluada mediante una planilla de Excel o por su tasa interna de retorno. Si la Argentina es mutilada desde el punto de vista territorial y marítimo, es evidente que está condenada a una decadencia perpetua que amenaza su propia continuidad como nación”, concluyó Tettamanti.