a Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo) enumeró una serie de consideraciones tras la aprobación condicionada del trigo HB4 en Argentina y anticipó que su postura será negativa en la audiencia pública que convocó la Comisión Nacional de Biotecnología de Brasil el 22 de octubre.
En un comunicado firmado Rubens Barbosa, presidente de Abitrigo, destacan que “desde hace aproximadamente 30 años, este tema ha sido objeto de análisis por parte de la comunidad científica internacional, gobiernos y consumidores de países que cuentan con fuentes alimentarias esenciales en el trigo, como Canadá, Estados Unidos, Australia y la Comunidad Europea, donde el consumo per cápita supera dos veces el consumo brasileño”.
“No se han identificado beneficios evidentes para las personas, siendo el objeto exclusivo de buscar incrementar la productividad del campo”, señalan los molineros brasileros.
También citan un informe de la FAO sobre trigo transgénico, que registra solo dos variedades aprobadas en el mundo. Una en Estados Unidos, de 2004, y otra en Argentina.
“Fuimos informados de la posición contra la producción y comercialización de productos transgénicos, expresada públicamente a las autoridades”, destaca Barbosa.
Además, citan que en una encuesta interna realizada por Abitrigo a molineros brasileños, el 85% no estaba a favor de utilizar trigo transgénico y el 90% dijo estar dispuesto a detener sus compras de trigo argentino, en caso de que comenzara la producción comercial en ese país y exportara a Brasil.
“A medida que se autorice la comercialización a través de Brasil, se agregarán importantes costos de control al proceso de importación, lo que tendrá consecuencias en los precios al consumidor”, considera la industria brasilera.
Argentina es el principal proveedor de trigo de Brasil, aportando alrededor de 60%. El país también se abastece del cereal que se produce en los estados del sur (30%) y otras fuentes (10%).
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