Eduardo Serantes: "Somos los principales exportadores netos de alimentos"

En sintonía con lo expresado por Marcelo Regúnaga en el congreso “Argentina, Supermercado del mundo” acerca de cómo se posiciona el país frente a los cambios en el escenario mundial, basados fundamentalmente en la mayor demanda de alimentos, Eduardo Serantes, director de Cazenave & Asociados y del Grupo Países  Productores del Sur para Argentina, se refirió al tema desde la mirada del productor.

Serantes señaló que al productor le importa a qué precio vende, y que ese precio “no sólo depende del mercado interno”, sino que, en un país donde se produce para diez veces la población de su territorio, “depende fundamentalmente de los mercados internacionales”.

Además, sostuvo que “la calidad de los alimentos empieza a pesar en el precio y en las condiciones de producción”, por lo que se le imponen al productor diferentes tipos de certificaciones que terminan influyendo en su negocio.

Asimismo, el ejecutivo expresó que el incremento de la producción en los últimos años –se pasó de 40 millones de toneladas de granos en 1984 a un poco más de 100 millones de toneladas actualmente, con una proyección de 160 millones a alcanzar en poco tiempo- fue posible gracias a que hubo un aumento de la productividad por hectárea.

Por otra parte, afirmó que “hoy, el 90% de la Argentina es siembra directa”, y explicó que la agricultura por ambiente “nos va a cambiar los costos de producción, la productividad y el cuidado del medio ambiente”, lo que, a su vez, nos ayuda a mejorar la calidad de los alimentos.

En la misma línea, afirmó que “cuando nosotros exportamos alimentos, estamos exportando agua”, es decir que “los países que consumen los alimentos que nosotros les exportamos no tienen que utilizar su agua para producirlos”, por lo que tienen más agua potable disponible.

Según Serantes, hoy en día “las barreras para-arancelarias están siendo más importantes que las arancelarias”. A la hora de exportar, eso significa que hay muchos alimentos que no pueden ingresar a determinados países o regiones como consecuencia de esas barreras. El ejecutivo manifestó que las organizaciones internacionales, como la Organización Mundial del Comercio (OMC), son las encargadas de legitimar las barreras para-arancelarias. No obstante, dijo que como la OMC tiene un peso relativo, cada vez se están realizando más acuerdos entre regiones; es decir que los países -los gobiernos- también pueden poner reglas.

En cuanto al rol específico de los productores, Serantes señaló que son ellos los que saben cómo se produce y cuáles son las dificultades, por lo que deben “dialogar con las instituciones, hacer sus aportes”.

“Si nos miramos como Argentina, Brasil Paraguay y Uruguay en conjunto, somos los principales exportadores netos de alimentos”, aseveró. En ese sentido, sostuvo que hay otros países que importan y exportan, pero que “lo importante es cuánto es el neto, qué aportamos a la seguridad alimentaria. Hoy, entre los cuatro países, somos el 30% de las exportaciones mundiales de alimentos”, es decir que “Latinoamérica es la región de mayor responsabilidad frente a la seguridad alimentaria mundial”. Y agregó: “El mundo va a necesitar el doble de alimentos para el año 2050”.

Serantes explicó que fue en ese contexto que surgió el Grupo de Países Productores del Sur (GPS) hace cinco años, debido a que no se estaba actuando en conjunto para hacer frente a esa demanda. “GPS nos marca el rumbo, qué tenemos que hacer para poder tratar de influir en las reglas del juego”, indicó el ejecutivo, a la vez que sostuvo que el desafío que se plantearon los cuatro países fue articular entre ellos, generar contenidos y documentos, salir al mundo a mostrarse y trabajar con los gobiernos.

“Tenemos que trabajar más integrados. Hasta ahora, el Mercosur no lo hemos utilizado para lo que se fundó, sino para el comercio entre nosotros y las discusiones más vinculadas a la industria que al sector agropecuario”, declaró.

Por último, dijo que “GPS está desarrollando acciones en distintos foros para exigir mejores criterios científicos para fundamentar las regulaciones del uso de tecnologías, y la aplicación en investigación y desarrollo”. Y concluyó: “Comenzó para nosotros una gran oportunidad. La Argentina no sólo decidió abrirse al mundo, sino que decidió liderar el Mercosur”.