Según la consultora KPMG, el 83% de los directores argentinos buscan alinear el talento de los integrantes del directorio con la estrategia de la empresa a largo plazo. Tal como señaló el socio a cargo de Auditoría, Néstor García, los directores comienzan a ver que, gracias a la evolución tecnológica, existen cada vez más riesgos cibernéticos. Por eso, se busca la inclusión de distintos perfiles para anticiparse a diversas problemáticas que puedan surgir.
De la misma encuesta realizada por KPGM, se llegó a que solamente el 36% de los directores a nivel mundial se encuentran satisfechos con el desempeño de los directorios de sus empresas. Por lo cual, estos cambios que implican la inclusión de voces diversas, puede ser el punto de partida para un mejor trabajo en el board.
Federico Eisner, socio director de la consultora Bain & Company en la Argentina, explicó que lo primero que se debe hacer es definir el rol que se le quiere dar al directorio; es decir, si se busca que tenga un rol muy activo a nivel ejecución, o si se prefiere que esté más alejado de la operación de la empresa.
Es fundamental plantear esta discusión antes del armado del directorio, para poder separar los roles de los accionistas con los del CEO a la hora de tomar decisiones. Para que esto pueda ocurrir, los expertos recomiendan que haya una comunicación fluida desde el comienzo.
Según Martín Castelli, presidente de Blue Star Group, cuando hay heterogeneidad en el equipo, surgen distintas miradas y aportes, lo cual deriva en una mejor estrategia o decisión.
No obstante los evidentes beneficios de compartir una mesa con diversidad en los participantes, una limitante es el tiempo que lleva la exposición de tantos puntos de vista. Por eso, Esiner sugiere que, para poder agilizar los tiempos, es necesario determinar previamente quiénes son aquellos imprescindibles en cada reunión y la cantidad de información que es necesaria.