ueva Zelanda ha hecho de lo que muchos consideran ‘desventajas’, sus principales herramientas para posicionarse en el competitivo mercado de los agronegocios sin importar que tiene muchos menos recursos que países como Colombia.
“Una gran ventaja, y que a veces la gente piensa que es una desventaja, es estar lejos del mundo y tener una población muy pequeña de apenas 4,6 millones de personas”.
Así lo el consejero Agropecuario de Nueva Zelanda, Terry Melkie, quien destacó que debido a esa situación el campesino neozelandés crece con “una mentalidad exportadora”.
Nueva Zelanda es, al igual que Colombia, una nación con vocación agrícola.
La diferencia radica en que el primero aprovecha todos los recursos que tiene para ser potencia, mientras que el segundo aún está aprendiendo a gestionar su biodiversidad y capital humano.
Hoy Nueva Zelanda exporta casi el 90% de su producción agrícola y produce tanta comida como para 40 o 50 millones de personas (un porcentaje muy similar a la totalidad de la población de Colombia).
“No tenemos un gran mercado doméstico, tenemos pensar en exportar desde el principio. Desde que empezamos (la producción) pensamos en cómo vamos a llegar a ese mercado”, apuntó Terry Melkie.
Del mismo modo, destacó el valor que le ha dado su país a la actividad campesina, al ponerle en el centro de todo.
Esto está lejos de ser un simple discurso, ya que mientras en Colombia un ‘jornalero’ puede ganar hasta $15.000 o menos al día, en Nueva Zelanda alguien del nivel “más básico” puede recibir unos US$12 dólares la hora.
Terry Melkie resumió la estrategia agrícola de su país de la siguiente manera: “Hay que ganar un buen sueldo, tener acceso a la tecnología (sobre todo a internet) y mostrar a la agricultura como un negocio sexy para los más jóvenes”.
El directivo dice que es imposible formar a la nueva generación de campesinos si la actividad no se tecnifica y se abre a las nuevas tecnologías.
Por ello, considera que en las fincas es fundamental tener acceso a internet, puesto que los ‘millennials’ no conciben un mundo sin las oportunidades que brinda esa tecnología a través del comercio electrónico, las redes sociales, entre otras herramientas.
El amor por el campo hoy es un mensaje que el Gobierno de ese país ha enviado a sus emprendedores, quienes ponen toda su creatividad al servicio del desarrollo de robots y otros sistemas automatizados para aumentar el rendimiento de los cultivos.
Gracias a ello, al día de hoy Nueva Zelanda posee una de las economías agropecuarias más competitivas y eficientes del mundo.
Justamente, en el marco de la feria Expo Agrofuturo que se realizó en la ciudad de Medellín, al igual que las otras delegaciones internacionales, ese país presentó varios casos exitosos relacionados con los agronegocios.
Melkie dice que ese ADN innovador está en la mente de los neozelandeses desde la cuna. Los ganadores, por ejemplo, no se han quedado atrás y por ello abundan casos de éxito.
Ellos han desarrollado soluciones para sus propias fincas que luego se han implementado a nivel mundial. Sin importar su nivel de complejidad, en la actualidad estas herramientas les facilitan la vida a cientos de ganaderos.
Dada la importancia de este sector económico para las finanzas del país, los campesinos y ganaderos hacen parte de las discusiones nacionales. En otras palabras, son voces activos y casi que tomadores de decisiones.
Es por ello, según Terry Melkie, que la infraestructura está puesta al servicio de los agronegocios.
A diferencia de lo que ocurre en países como Colombia, en donde el tiempo de algunos trayectos internos es equiparable a ir a China, en Nueva Zelanda las distancias cortas y el desarrollo de la infraestructura ha permitido que los campesinos tengan acceso a servicios en las ciudades (de apenas entre 5.000 a 10.000 habitantes) en unos 30 minutos en promedio.
A pesar de los desafíos de Colombia, Terry Melkie asegura que debido al proceso de paz y al desarrollo económico de las últimas décadas “este es el momento” en el que puede avanzar rápidamente para recuperar lo que perdió en 50 o más años de conflicto.
“En mi corazón soy medio colombiano, mi esposa y mis hijos son de acá, ojalá que sea exitoso el proceso de paz y el ingreso de Farc como partido político”, añadió el ejecutivo.
Aunque asegura que consolidar este nuevo país tardará un tiempo, dice que el país tiene mucho potencial en el sector agrícola debido a su biodiversidad. De hecho, dice que, en materia de frutas, y sobre todo en el campo de los aguacates, puede convertirse en potencia.
Nueva Zelanda quiere apoyar ese proceso y por ello desde hace cuatro años tiene un proyecto de desarrollo productivo para la cadena de producción de leche en regiones como Cundinamarca, Nariño y Boyacá. En este, se han destinado por lo menos 4 millones de dólares neozelandeses (o Kiwis) desde 2014.
Así mismo con la compañía Colanta tiene un programa de cooperación y educación agrícola en el marco de la Alianza del Pacífico, de la cual Nueva Zelanda es un cliente activo.
Dinero