Qué tienen en común los fundadores de Google, Amazon, Wikipedia, Sim City, el escritor Gabriel García Márquez y la estrella de la música internacional, Beyoncé? Que durante sus primeros años de vida fueron educados mediante el método Montessori, un procedimiento de aprendizaje fundado por la científica y educadora italiana María Montessori (1870-1952), que pone énfasis en un ambiente de colaboración, donde no existen ni calificaciones ni exámenes.
Los salones de clase están formados por estudiantes de edades varias de entre 2 y 7 años (aunque también hay programas para chicos de hasta 18), donde el aprendizaje y el descubrimiento de cada uno es individual y se da en largos períodos de tiempo.
“Nuestra mayor preocupación es la de educar a la humanidad y los seres humanos de todas las naciones, con el fin de guiarla hacia la búsqueda de objetivos comunes. Los esfuerzos de la ciencia deben concentrarse en los niños, porque son la fuente y la clave a todos los enigmas”, explicaron desde la Asociación Internacional Montessori (AMI, por sus siglas en inglés) en su página web.
Según Scott Akridge, propietario de la Academia Riverstone Montessori en Georgia (Estados Unidos), lo que distingue al Método Montessori es el desarrollo individual que emplea en los estudiantes, que se centra más en sus necesidades que en las del maestro, de forma académica, física, social y emocional, mediante un sistema basado en habilidades.
“No solo enseñamos en lo académico, también damos herramientas para que puedan aprender. Es lo que se denomina: habilidades en función ejecutiva; que son: prestar atención, organizar, planificar, iniciar y hacer foco en las tareas, controlar las emociones y fomentar la auto observación”, detalló Akridge.
Se estima que en la actualidad hay cerca de 25 mil escuelas Montessori alrededor de todo el mundo. De todas maneras es muy complicado contabilizarlas, porque las instituciones no tienen la obligación de registrarse. Para Akridge, los graduados llegan a ser líderes porque bajo este método aprenden las funciones ejecutivas para ser exitosos durante el preescolar y la primaria.
Jeff Bezos, el hombre más rico del planeta, cuya fortuna está tasada en 140.200 millones de dólares (según la revista Forbes), asistió a una escuela Montessori durante un año y medio cuando tenía solo dos años. Al respecto, el fundador de Amazon, el gigante del comercio electrónico, desde un garaje en Seattle en 1994, transmitió que fue una experiencia muy formadora, que le sirvió para crear un fondo de beneficencia de 2 mil millones de dólares para ayudar a personas sin hogar y establecer una red de escuelas inspiradas en este método educativo.
Por su parte, los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, que ocupan los puestos 12 y 13, respectivamente, en la lista de los más ricos –con una fortuna que en conjunto llega a los 96 mil millones de dólares–, remarcaron que su educación primaria mediante este sistema fue indispensable para alcanzar sus logros. “Los dos fuimos a la escuela Montessori y creo que parte del entrenamiento de no seguir órdenes y reglas nos motivó a pensar qué estaba pasando en el mundo y pensar las situaciones de manera diferente”, manifestó Page en 2004.
En su relato autobiográfico “Vivir para contarla”, el reconocido literario Gabriel García Márquez indicó que este método es el más apropiado para sensibilizar a los niños en cuanto a las bellezas del mundo, ya que contribuye a despertar la curiosidad por los secretos de la vida.
Para Akridge, no deja de ser curioso que los emprendedores exitosos que estudiaron en Montessori hablen de su educación inicial cuando se les pregunta cómo se convirtieron en lo que son actualmente, porque el método educativo abarca la primaria, de modo que existe una amplia brecha desde que dejan la escuela hasta que empiezan a trabajar.
En cuanto a las críticas, muchos consideran que el ambiente del aula es demasiado libre. Además, se cuestionan las prioridades de enseñanza o el hecho de que los niños no se vayan con tarea para realizar en el hogar. También hay quienes creen que la libertad que se le da a los alumnos para elegir lo que estudian provoca que algunos no logren dominar en el futuro ciertas áreas importantes.
Al no existir exámenes formales, no son pocos los que temen que la falta de estructura deje a los estudiantes en desventaja al momento de la transición entre la escuela Montessori y una tradicional.
“Las últimas investigaciones sobre educación reflejan lo que hacemos en términos de lo que es el éxito. Por ejemplo: mezclar edades en la escuela, dar menos tareas o focalizarnos en las necesidades emocionales del niño”, se defendió Akridge.
En datos concretos, un estudio publicado en 2017 por le revista Frontiers in Psychology evaluó el desempeño de 70 alumnos de preescolar de una escuela Montessori y una tradicional, respectivamente, y llegaron a la conclusión que los niños de Montessori tuvieron mejor rendimiento en matemáticas y alfabetización. Sin embargo, a la hora de resolver problemas en grupo, y determinar las funciones ejecutivas y la creatividad, no hubo diferencias significativas.
Otro análisis, publicado también en 2017, por la revista Nature, apuntó que no hay evidencia de que los resultados de los alumnos de Montessori señalen un éxito mayor. De todas maneras, el Departamento de Psicología y Desarrollo Humano del University College de Londres (Gran Bretaña), analizó las investigaciones realizadas y expuso que no hay elementos individuales del método Montessori que podrían explicar los efectos positivos que dicen encontrarse en los alumnos.
Como es complicado medir el éxito en función a la educación temprana, miembros de la AMI insisten en la historia detrás del éxito de las personas de negocios corresponde a cada una de ellas. “Todos son personas de negocios inspirados en tecnología, y en ese sentidos sus mentes son curiosas, inquisitivas e impulsadas por el deseo de descubrir”, concluyeron.