Un macho y una hembra de la especie Pteronura brasiliensis, más conocida como nutria gigante o lobo gargantilla, arribaron a la Argentina a fines de marzo, procedentes de Suecia y Hungría. Luego de casi cinco décadas de su extinción, el objetivo es lograr la repoblación de la especie en el Parque Nacional Iberá.
Actualmente, Lobo y Alondra, como fueron bautizados el macho y la hembra respectivamente, se encuentran en período de cuarentena de control y están siendo supervisados por un agente del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
El jefe de inspección veterinaria del Área de Control de Cargas Comerciales del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, Luis Calascibetta, explicó que “se realizó un control documental para verificar el cumplimiento de los requisitos sanitarios exigidos por nuestro país. Luego, se inspeccionó el estado general de los ejemplares para constatar la ausencia de signos clínicos compatibles con enfermedades y, finalmente, se supervisó la condición sanitaria del transporte”.
Tras realizar el control del ingreso de los animales, el organismo brindó un permiso de tránsito para el traslado de los animales hasta el Parque Provincial San Cayetano, situado en Corrientes, donde se halla el predio cuarentenario de importación habilitado por el Senasa.
El jefe de oficina del Senasa Corrientes, Omar Senosiain, es el encargado de supervisar a los animales durante los quince días que deben permanecer en aislamiento. “Tras la primera inspección en la cuarentena, podemos observar que ambas nutrias gigantes se encuentran en buen estado sanitario. La semana que viene se realizará otra visita y si los animales no presentan signos clínicos de enfermedades, en poco tiempo más serán liberados”, aseguró.
Cabe destacar que la reintroducción de la nutria gigante en el Iberá será factible gracias a un proyecto de conservación de la especie encarado por la fundación The Conservation Land Trust Argentina (CLT), y a la cooperación del Budapest Zoo (Hungría) –que donó a Alondra– y del Parken Zoo de Eskilstuna (Suecia) –que hizo lo propio con Lobo–.
Alicia Delgado, bióloga de CLT Argentina, manifestó que la nutria gigante tiene un rol fundamental para que “Iberá vuelva a estar funcional ecológicamente y pueda ofrecer todos sus servicios en un ambiente sano”. Además, indicó que, tras el período de cuarentena, los animales serán trasladados a los Esteros del Iberá, a un área de presuelta donde se evaluará su capacidad de adaptación.