La Asociación Argentina de Brangus comenzó una prueba de evaluación de toros para determinar su valor de consumo residual, tomando la posta de las instituciones acerca del estudio de esta medida de alto impacto productivo en el negocio ganadero.
¿Cuántos kilogramos de alimentos se necesitan para producir 1 kilo de carne? El Consumo Residual de Alimentos (RFI) es una medida de eficiencia alimenticia que se estableció, desde hace varios años, como una herramienta para medir los niveles de conversión. Independientemente del nivel de producción y tamaño, se trata de la diferencia entre el consumo observado y el esperado para cada animal y su peso metabólico y el real.
En nuestro país, estos estudios comenzaron a realizarse hace 3 años en las instalaciones del INTA, bajo la dirección del ingeniero Aníbal Pordomingo, “El dato de consumo observado fue arrojado por los comederos inteligentes, en tanto que el consumo esperado se calcula usando un modelo de regresión múltiple que tiene en cuenta el aumento de peso vivo del animal y su peso metabólico. Los bovinos con menor RFI (consumo real menos consumo esperado) son considerados más eficientes”, indicó la ingeniera agrónoma Ana Clara Gonzalez, coordinadora de estas pruebas.
La Asociación Argentina de Brangus realizará en los próximos meses la primera prueba formal de una asociación de criadores, enviando toros de 20 cabañas localizadas en 8 provincias. La misma se desarrollará durante 60 días, en donde cada animal será genotipado para la realización de una DEP Genómica que permita el cómputo del animal, la performance y la información genómica del reproductor y sus parientes, ascendientes y descendientes.
El impacto en el negocio productivo es claro: si los animales con menor consumo residual son los más eficientes porque llegaron a un mismo peso con un consumo menor a lo esperado, esto implica una significativa reducción en los costos para los productores. A nivel comercial, los beneficios se verán reflejados en algunos años, pero, según las autoridades de la institución, es uno de los caminos para seguir aportando competitividad desde la genética.